No vamos a salir de pobres pero el dinero siempre viene bien. Los estrenos en la élite generan para los clubes unos derechos de formación con los que logran mantener su cadena de cantera. Esto viene de lejos y en esta tierra por desgracia no son muchos los almerienses que jugaron en Primera.
Jugar un partido oficial con el primer equipo del Barça le dará a La Cañada un buen dinero y también pillará lo suyo el Almería. Esto al margen de que haya algo en contrato que no conozcamos.
Me alegro por esa cantera de La Cañada y por su presidente, Miguel Romera, que ejerce de padre para más de 500 futbolistas. Y además de padre de cantera es papá biológico de Romera al que hay que buscarle otro padre más, Antonio Ramón, director de cantera y futbolista profesional de toda la vida.
Es más importante el subidón anímico para La Cañada como club y para sus futbolistas que el valor de los euros que llegarán por derechos de formación: cuántos quisieran formar jugadores para el Barcelona.
Ahora debemos echar la mirada atrás y agradecer a Paco Amizián que nos pusiera césped en los campos de tierra. Hoy nuestros futbolistas trabajan como los del Barça y eso se nota.
Hay que seguir por la misma línea aplaudiendo el trabajo de las directivas que echan horas y horas para formar y educar a futbolistas del mañana.
El dinero no lo es todo pero sus beneficios se notarán en un club modelo que siempre ha colaborado con el Almería y que tiene la gran suerte de contar con, Antonio Ramón, un sabio del fútbol que también voló de La Cañada a un grande, el Real Madrid, como Dani Romera.
No llegó a debutar Dani Romera pero el sueño continúa y el día se acerca.
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