La gran fiesta del tomate atrae a los almerienses a la Plaza Vieja

El tomate, producto estrella de la agricultura almeriense, es sin duda líder en los mercados nacionales e internacionales. Ayer era el día en el que Almería se reunía en torno a este producto en Día Mundial del Tomate, una jornada para ensalzar la calidad de una hortaliza que conquista al tiempo mercados y paladares.

Organizado por La Voz de Almería Cadena SER y Agricultura 2000, y con la colaboración del Ayuntamiento de Almería, la Diputación Provincial y Cajamar Caja Rural, el Día Mundial del Tomate atrajo hacia la Plaza Vieja de la capital a miles de personas para participar en este evento anual.

En el incomparable marco de la plaza capitalina un amplio despliegue de empresas, de instituciones y de espectáculo, siempre en torno al auténtico rey de la jornada festiva, en todas sus facetas y en todas las variedades que lo han hecho famoso en las meses de toda Europa.

Producto estrella Y es que el tomate es el principal de los productos que genera el sector hortofrutícola almeriense, por volumen y por ingresos. En la última campaña se produjeron en la provincia casi 790 millones de kilos de tomates por los que se ingresaron  algo más de 412 millones de euros, con un incremento del precio de un 7,86 por ciento con respecto al año anterior y un 1,21 más de ingresos, debido a una disminución del volumen.
Pero si hay algún rasgo que defina al tomate almeriense es la calidad, bandera de este producto en los mercados españoles y europeos, que absorben más del 95 por ciento de la producción total.

Respaldo La fiesta que ayer se vivió en la Plaza Vieja de Almería fue fiel reflejo de ese poder de seducción de los tomates almerienses, un evento que además se celebraba en el epicentro del tomate almeriense, una franja que incluye a Almería y Níjar, donde tradicionalmente se han cultivado los mejores tomates.

Un disfrute en cualquier caso para los niños y los adultos y un reconocimiento a quienes cada día se enfrentan a los duros trabajos que deben ejecutarse para obtener el ‘oro rojo’, un tomate que es sin duda el señor de las mesas de los consumidores del mundo.