‘Misión vertical’, viaje iniciático con ecos de Verne y Salinger

Francisco Martínez Navarro presenta hoy en la Picasso su primera incursión en la narrativa juvenil

Evaristo Martínez
01:00 • 18 abr. 2016

Sendas citas al comienzo de la obra -una de ‘Viaje al centro de la tierra’, de Julio Verne, y otra de ‘El guardián entre el centeno’, de J. D. Salinger- marcan el tono y las intenciones de ‘Misión vertical’ (Esdrújula), primera incursión en la narrativa juvenil de Francisco Martínez Navarro (Almería, 1959). “Son dos referencias clave. Éste es un homenaje desde mis humildes letras”, subraya el escritor. La primera es clara: Rafael Puertas, adolescente de dieciséis años, se embarca junto a su padre y la nueva pareja de éste en un viaje hacia el interior de la Tierra. Allí tendrá que enfrentarse a un universo desconocido, a aventuras inesperadas. En definitiva -he aquí el segundo guiño- a la odisea de crecer, de madurar. “La trama tiene un carácter iniciático, entendiéndolo como algo ancestral: el individuo que se separa de la comunidad, se enfrenta a un peligro en un medio hostil, se transforma y acaba regresando”.


Además, ‘Misión vertical’ (que hoy se presenta a las 19.30 horas en la librería Picasso de la capital) posee elementos de ciencia ficción que acaban desembocando en fantasía envueltos bajo un “ropaje juvenil” que permite que la novela pueda ser devorada por lectores “de entre 15 y 150 años”.


Es la primera vez que Martínez Navarro (que ha recorrido la crítica, el ensayo, el teatro, el relato y la narrativa histórica en su trayectoria) se dirige, en primer lugar, a un público adolescente. “Ellos pueden asumirla sin problemas, porque hay gran cantidad de aventuras y peligros en un mundo hostil y bello”.




Pero, por supuesto, hay mucho más en un segundo nivel, donde el autor, profesor de Lengua y Literatura en el IES Al-Andalus de Almería, refleja lo que se encuentra en su día a día. “Conozco bien a mis alumnos, llevo muchos años en esto”, asegura. Y añade que desde esa “atalaya” de su condición de docente, un “lugar privilegiado” para ver “mucho sufrimiento y muchas alegrías”, explora las relaciones paterno-filiales. “Hay un conflicto en todo el libro por la falta de entendimiento y de comunicación entre el hijo y su padre. Por mi trabajo, conozco los terremotos emocionales de los adolescentes y he querido imbricarlos en la historia que tenía en la cabeza”, detalla.


Por eso, Martínez Navarro desea que ‘Misión vertical’ pueda ser útil a jóvenes que se identifiquen con el protagonista. “Es un chaval algo tontaina, con mucho pavo, feo, sin éxito con las chicas. Pero es generoso, es bueno. Le gusta la belleza y eso es lo que le salva”.




“La fantasía es un realismo encriptado”
En ‘Misión vertical’, Martínez Navarro se ha zambullido en esos mundos que daban color a los tebeos que leía de niño para crear un universo propio. “Intento hacer verosímil lo que no existe y sorprendente lo que es cotidiano. La fantasía es un realismo encriptado, oculto, que el lector debe desentrañar”, apunta sobre una novela “muy plástica, muy colorista” para la que incluso ha ideado una fauna propia.


En la presentación de esta tarde, el autor estará acompañado por Víctor Gallardo, editor de Esdrújula, y por Antonio Molina, profesor de la UAL.





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