Adra

La noche de San Marcos termina en batalla campal contra la Policía

Los únicos cuatro agentes de servicio se vieron acorralados por 20 jóvenes en la comisaría

Imagen de las instalaciones de la Policía Local de Adra donde se aprecian los desperfectos.
Imagen de las instalaciones de la Policía Local de Adra donde se aprecian los desperfectos.
Javier M. de la Horra
11:51 • 01 may. 2016

Las populares fiestas de San Marcos en Adra acabaron el pasado domingo en una batalla campal contra la comisaría de la Policía Local. Tres jóvenes, uno de ellos menor de edad, fueron detenidos después de protagonizar un violento capítulo, junto a una veintena de amigos, que terminó con los cuatro únicos agentes de Policía que trabajaban esa noche acorralados y hostigados en las dependencias policiales.




Los hechos ocurrieron sobre las 00.30 horas, pero para contextualizarlos hay que retroceder media hora y situarse en el Paseo de los Tristes. A esa hora, el único coche patrulla de la Policía Local de servicio en la ciudad (donde viajan tres agentes), se detuvo para llamar la atención a una decena de jóvenes del pueblo, en evidente estado de embriaguez, “que borrachos rompía vasos y montaba un gran escándalo”, según fuentes próximas a la investigación.




Los agentes les pidieron que no rompieran nada, pero se encontraron con los insultos de uno de ellos, según las mismas fuentes. Tras negar su identificación y “amenazar a un policía, a su mujer y a su hijo”, fue detenido “con grandes complicaciones porque se revolvía en el suelo alentado y defendido por sus amigos”. El joven, con antecedentes por delitos menores, fue trasladado a la jefatura de la Policía Local. Y fue entonces cuando empezaron los problemas y todo se complicó sobremanera. Con los tres agentes dentro de la comisaría (el cuarto estaba ya allí, en la sala de la jefatura), empezaron a llegar en torno a una veintena de amigos, todos jóvenes, que empezaron a aporrear la puerta exigiendo la liberación de su compañero.




Un joven hiperventilando
A los aporreos y a los gritos les siguió una lluvia de piedras y otros objetos contra las ventanas (en la imagen una de ellas reventada). En esos momentos, los agentes vivieron “una situación de estrés y ansiedad ante el miedo a ser linchados”, según fuentes próximas a estos policías, los únicos de servicio esa noche en unas fiestas multitudinarias. Acosados, sin compañeros a los que poder recurrir y sin poder salir de comisaría, tuvieron que llamar al cuartel de la Guardia Civil, que envió una patrulla -la única que estaba de servicio esa noche en Adra-, que se presentó al instante.
Aunque algunos jóvenes huyeron cuando vieron llegar a los agentes del Instituto Armado, otros muchos decidieron hacerles frente. La Guardia Civil detuvo a uno de ellos, que resultó ser el primo del detenido anteriormente por la Policía Local. Al día siguiente lograron localizar y detener a un tercero por su presunta participación en el apedreamiento de la comisaría.




Justo después de la lluvia masiva de objetos contra la comisaría llegó un vecino de Adra. “Estábamos tomando un café en La Granja (un conocido bar de la localidad) cuando vimos a un grupo de jóvenes alterando el orden, bebidos. Curiosamente, sobre las doce y media de la noche, cuando me dirigía a casa con mi mujer, vi a uno de ellos frente a la comisaría, en el suelo, muy alterado, hiperventilando, y le pedí a uno de los policías una bolsa para realizarle unas maniobras de reanimación”, recuerda este vecino, que fue testigo presencial de una parte de los hechos ocurridos durante la noche de San Marcos.




El joven que hiperventilaba era el primo del detenido (que también fue detenido más tarde). “De pronto entró en una crisis de agresividad contra la Policía Local y la Guardia Civil. A mi me sorprendió que los agentes tuvieran tanto temple, su actuación fue impecable, porque no dejaba de insultarles. Cruzaron la calle, le esposaron y le metieron en comisaría. Entonces me di cuenta de que el joven no necesitaba un médico, que lo que allí pasaba era un problema de orden público”, explica con detalle este testigo. Los tres jóvenes detenidos durante la noche de San Marcos y la mañana siguiente (uno de ellos menor de edad), han sido acusados de los delitos de desobediencia grave, insultos y amenazas, y atentado contra agentes de la autoridad, según fuentes conocedoras del caso.




El año pasado también hubo disturbios
Pongámonos en contexto: las fiestas de San Marcos en Adra son, desde 2007, una festividad declarada de Interés Turístico de Andalucía. Miles de personas salen ese día a las calles de la localidad para celebrar una fiesta que tiene una tradición de más de 260 años. Durante el día, la presencia de la Policía Local en el municipio fue visible en la procesión y la romería: triplicaba el número de agentes desplegados durante la noche que, por otro lado, es siempre más conflictiva. La prueba es que el año pasado, en estas mismas fiestas y sobre las 00.00 horas, tres personas fueron detenidas por unos hechos similares: un joven fue detenido y varios familiares y amigos acabaron aporreando la jefatura, con cinco agentes de servicio.





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