“Ahora está en nuestras manos, a solo un paso”

Fernando Soriano llegaba al Mediterráneo acompañado de Miguel Ángel Corona. Es su consejero desde el palco y que también es partícipe de la victoria frente al Mirandés. El Almería salió en tromba a por el rival, se adelantó pronto y tuvo ocasiones claras para sentenciar antes del descanso. Lo que vino después, un sufrimiento extremo, al borde del ataque de nervios, que acabó con final feliz, ya que Mallorca y Ponferradina no sacaron sus partidos adelante y los rojiblancos se ponen por encima en la tabla.

El técnico rojiblanco se sentó en la sala de prensa, bebió agua y aclaró que lo pasó muy mal en la banda con tantos nervios: “Se vio la tensión, la igualdad y lo que nos estamos jugando. El sufrimiento fue extremo por parte de todos: jugadores, afición. Los partidos se acaban soltando lo que tienes en el campo. Después de una temporada tan difícil, no me extraña este final”.

Con casta
Cuando las piernas tiemblan y el rival no deja que despliegues tu fútbol, lo mejor es hacer trabajar a la mente y al corazón. Con todo perdido, llegó el centro de Pozo y el cabezazo de Morcillo para hacer el 2-1 al Mirandés. El banquillo explotó de alegría y Soriano agradeció la entrega a sus pupilos: “Es lo único que les puedo pedir, que le echen pantalones. En el primer tiempo tuvimos momentos brillantes y ocasiones para ampliar el marcador. Tras el descanso, nos empatan, entran el miedo y las prisas, y hubo momentos en los que pudimos perderlo todo”.

Las cuentas
Ahora sí que el Almería puede mirar a otros campos, porque en la última jornada depende de sí mismo y puede salvarse hasta empatando o perdiendo en El Arcángel: “Llevamos una mínima ventaja a Córdoba, pero nuestros rivales también se juegan la vida. En El Arcángel nos espera un equipo en buena dinámica que lucha por el Play Off, pero nosotros también estamos en alza”.

El plantel
Fernando Soriano se acordó de los “compañeros”, ya que el mañico se siente uno más del vestuario. La entrega de Fran Vélez, que jugó infiltrado, y de Jonathan Zongo, con calambres musculares, merecen un reconocimiento: “Me siento orgulloso de mis jugadores, que se juegan la cabeza en cada balón, se les suben los gemelos y siguen corriendo... Nos queda un paso”. A Córdoba con todo para salvarse.

Sonido SER: Fernando Soriano, entrenador del Almería.