Almería alberga el primer museo submarino de fotografía del país

Para visitar la exposición es necesario sumergirse en el mar

Es el único proyecto del mundo en este tipo de formato
Es el único proyecto del mundo en este tipo de formato
Antonio Fernández
01:00 • 24 ago. 2016

Los fondos marinos de la zona de El Palmer se han convertido en una excepcional sala de exposiciones. Allá abajo se muestran una serie de fotografías que recogen los secretos ocultos de las aguas que bañan la provincia de Almería.




Se trata de un proyecto expositivo que está considerado pionero en España y único en el mundo en este espectacular formato, impulsado por el autor tanto del proyecto como de las fotografías, Juan José Plaza, y que cuenta con el respaldo del Club de Actividades Subacuáticas CRISED.




Viaje al fondo del mar
Quizá lo más llamativo de esta singular exposición es que para poder contemplarla es necesario sumergirse en las aguas claras de la Bahía de Almería porque el lugar elegido es el fondo de El Palmer, a unos cinco metros de profundidad.




La exposición quedaba inaugurada el pasado viernes 19 de agosto, coincidiendo con el Día Internacional de la Fotografía. Su ubicación, un lugar no demasiado profundo, permite a los curiosos poder sumergirse para contemplar las fotografías que se muestran, una inmersión que puede hacerse buceando, con escafandra autónoma o a pulmón o snorkeleando (observando desde la superficie).




Para poder ver la exposición, compuesta por una serie de fotografías tomadas en su totalidad en las aguas del litoral almeriense, sólo hay que dirigirse al club de buceo que la asociación Crised tiene en El Palmer, que explica el lugar en el que se ubica y la forma de realizar las inmersiones, toda una aventura.




Espectáculo marino
Las fotografías expuestas reflejan la riqueza de los fondos marinos de la provincia, la singular belleza de las criaturas que se ocultan bajo la superficie del Mediterráneo y de las formaciones geológicas y biológicas presentes en las aguas que bañan la provincia.




El proyecto, de realización propia, se inició con la colocación hace dos meses de algunas de las fotografías para comprobar el efecto del mar y del tiempo, sin que se haya observado un deterioro apreciable. A partir de ahora será el propio mar quienes modelen el aspecto de la muestra.





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