Una primera parte de libro para el final más trágico ante el Oviedo

El Almería no materializó las ocasiones

Carlos Miralles
22:31 • 27 ago. 2016

Jugar como nunca y perder como siempre. El Almería hizo una primera parte de libro, avasallando al Oviedo, creando ocasiones... pero perdonando. Momentos de fútbol de nivel, creando confusión en el rival y silbidos entre los aficionados locales. Todo estaba de cara. La acción que marcó el duelo fue la del penalti a Ximo Navarro. Primero Chuli Vázquez remató de cabeza al postey el lateral, tras el rechace, fue derribado en el área. Soriano y el propio jugador reconocieron que era falta clara. Sin embargo, si en este deporte no matas, te matan.




¿Qué pasó?
Llegó el descanso y el apagón. Del primer tiempo sensacional a un segundo acto para olvidar. El Real Oviedo se encontró pronto con el gol de Nando y todo cambió. A los ocho minutos de la reanudación el conjunto de Hierro abrió la lata en su primera llegada. No se puede catalogar de injusto, sino de oportunismo y eficacia de cara a puerta.




Y con diez
Todavía estaba encajando el golpe del gol el conjunto rojiblanco cuando llegó otra jugada clave: la roja a Diamanka. El senegalés fue agarrado por Nando, y al intentar zafarse de él, le golpeó. El colegiado no dudó y le mostró la segunda amarilla. No fue un punto y final, porque aún quedaba el último empujón.
Caras de contrariedad, de rabia, de que se escapaba un partido que estaba en el bolsillo. La eficacia apartó al Almería del camino del triunfo. En inferioridad, el Oviedo buscó el segundo y los almerienses, a la desesperada, el empate. Y lo tuvo en la cabeza de Antonio Puertas, que recibió un centro de Miguel Ángel Corona. El Tartiere, que había silbado a su equipo ante la imposibilidad de hacer frente al Almería y a la avalancha de fútbol, terminó de fiesta.
En el último suspiro, y con una pérdida de balón, el Oviedo sentenció gracias a Toché. Recortó a Trujillo y batió a Casto por bajo. La plantilla terminó disgustada por la derrota y algunas decisiones del árbitro, sobre todo la del penalti que no señaló.




Soriano
Primera derrota con el maño al frente del Almería. Fue en el sexto partido, y quizá en el que menos mereció ese resultado, pero es la esencia del fútbol. Quien perdona lo acaba pagando, y mirando el lado positivo, mejor que pase en la segunda jornada que en la trigésima. Se pudo ver a Chuli más participativo, a Jonathan sin parar de correr la banda y un Diamanka libre por el campo. Tanta superioridad no se transformó en goles ni en puntos. Este golpe sirve para mantener los pies en la tierra.
Que este deporte no gana siempre el mejor está más que demostrado, porque si alguien se fue a por el triunfo ese fue el Almería. Cada día se aprende algo nuevo, y es que sin gol no hay paraíso. Oviedo se fue de fiesta y en Almería resignados y esperando una nueva oportunidad.








Temas relacionados

para ti

en destaque