Es el llamado valle de los caídos en los banquillos. Pasa en todas las categorías pero en Segunda División más. Esta temporada vamos por el mismo camino de la anterior. La Liga ha cuadrado los ceses por jornadas. Los ha clavado.
La pasada campaña (como en esta) el primer entrenador caía en el séptima jornada. Era Sergi Barjuán el primero en caer tras empatar contra el Tenerife de Raúl Agné. Este año el primero era Esnáider del Getafe.
Tras caer el preparador del Almería llegaba el turno de Garitano en la novena jornada. El preparador del Real Valladolid dejaba paso a Miguel Ángel Portugal. Esta campaña el que caía en la novena ronda era Cosmin Contra del Getafe.
Y el tercero de la lista ha sido Luis Milla que en la undécima jornada no pasó la prueba en el Real Zaragoza y le sustituye un Raúl Agné al que despedía el Tenerife curiosamente en la undécima ronda de la pasada temporada.
Y el siguiente será...
Los clubes no quieren perder la LFP y nada más tocar la zona de descenso empiezan a buscar entrenador. No hay paciencia. Nadie aguanta la presión.
A día de hoy Sandoval en el Rayo. Pep Martí en el Tenerife. Álvaro Cervera en el Cádiz o Vicente Moreno en el Nástic (pese a ser ratificado por su presidente hasta final de temporada) están en lista de espera.
Otros como Fernando Vázquez o Fernando Soriano han ganado en tranquilidad con una buen racha.
Esto no para.
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