Almería bate el récord del año con menos lluvias que databa de 1912

Se cumplen tres años de sequía y las reservas están en mínimos

Los datos de lluvia han sido medidos en el aeropuerto
Los datos de lluvia han sido medidos en el aeropuerto
Antonio Fernández
01:00 • 28 oct. 2016

Almería ha cerrado el año más seco de su historia reciente. Aunque la sensación apuntaba a esa ausencia de precipitaciones y era comentario generalizado, ahora son los datos, recogidos por los estudiosos de la meteorología “Cazatormentas” los que refrendan esa situación crítica.




Unos datos que indican que desde el 27 de octubre de 2015 y hasta el mismo día del presente año se han recogido en Almería y su entorno 53 litros por metro cuadrado en doce meses. Es la cifra más baja desde el año 1912, cuando se recogieron 54 litros, considerados como el mínimo histórico desde que se iniciaran las primeras estadísticas oficiales de pluviometría.




Esos 53 litros por metro cuadrado en todo un año han sido medidos en la Estación Meteorológica del Aeropuerto, que en el año 1968 tomaba el relevo de la Estación que existía en Ciudad Jardín. Las mediciones oficiales se iniciaron en el Instituto de Meteorología ubicado en el lugar donde hoy está el Instituto de Sismología, al norte de la Colonia de Los Ángeles.




Año de sequía
Desde la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio se ha constatado que estamos ante uno de los años más secos de la historia almeriense. Los datos de precipitaciones indican que la provincia sólo ha recibido un 66 por ciento de las cantidades de lluvia de la media histórica.




Desde la pasada primavera las cantidades de agua recogidas en la red de estaciones meteorológicas repartidas por la provincia son anormalmente bajas, lo que a su vez está teniendo un reflejo en los volúmenes de agua que acumulan los embalses o los acuíferos subterráneos.




Bajan las reservas
Esa escasez ha impedido la recarga de los acuíferos que suele producirse en periodos más lluviosos, de forma que las reservas de los dos pantanos existentes en la provincia, los de Benínar y Cuevas del Almanzora, estén en los niveles más bajos de su historia.




En el caso del pantano de Benínar, en el Poniente almeriense, esas reservas estaban esta semana en el entorno del 8 por ciento. En el caso del pantano de Cuevas del Almanzora las reservas eran de poco más del 6 por ciento de su capacidad total, y eso gracias a la llegada de agua procedente de los trasvases.




Aportes de agua
La escasez de precipitaciones está obligando a la búsqueda de recursos para poder garantizar la supervivencia de los cultivos y una de las fuentes que está siendo utilizada es la de las plantas desaladoras, en especial la de Carboneras, que ya está en torno al 50 por ciento de su capacidad productiva.


En el caso de la Vega de Almería y el Bajo Andarax la tabla de salvación está siendo la reutilización de las aguas residuales depuradas y tratadas de la capital, un sistema de reutilización que aporta alrededor de 14 hectómetros cúbicos para mantener vivas más de 2.000 hectáreas de cultivos en esas áreas.


El caso de Almería es, en cualquier caso, el más dramático de Andalucía donde, a pesar de registrar un año más seco de lo habitual, el volumen de precipitaciones ha estado casi al 80 por ciento de la media histórica, con zonas como Huelva que apenas han perdido precipitaciones.


Por el momento no hay recetas mágicas contra la sequía que desde hace tres años se ceba con la provincia. Desde la Junta el mensaje es que es necesario ser “muy prudentes y responsables” ante un bien hoy por hoy escaso.



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