El calor dará un respiro a la provincia en los primeros días de noviembre

Este fin de semana ya se notará un descenso de temperaturas

Antonio Fernández
01:00 • 28 oct. 2016

Este fin de semana se suavizarán las altas temperaturas que ha sufrido Almería en lo que va de semana. Las previsiones meteorológicas señalan que desde hoy y, sobre todo, de cara al fin de semana, habrá un descenso de al menos tres o cuatro grados sobre las que se han registrado este martes, miércoles y jueves.


Pero no será hasta los primeros días del ya próximo mes de noviembre cuando ese descenso sea más evidente; a partir del puente de los Santos el ambiente será más fresco, más acorde con las fechas en las que nos encontramos, y será más acusado ese fin de semana.


El calor se aleja
La explicación para ese cambio es que la masa de aire cálido que se ha instalado sobre la provincia se desplazará en los próximos días y la ‘dorsal anticiclónica’ que ha provocado el ambiente caluroso durante varias jornadas se alejará dando paso a un clima más fresco que hasta ahora.




En cualquier caso el estudioso almeriense del clima Eduardo Romay añade la coletilla de que en las predicciones del tiempo en la provincia es preciso ser cautos ante la irregularidad y las características cambiantes que se presentan con frecuencia.


Posibles lluvias
Lo que también cambiará será la probabilidad de precipitaciones ya que para finales de la semana que viene se espera la llegada de nubes que, esta vez, parece que traerán precipitaciones a muchos puntos de la provincia de Almería, aunque sin grandes cantidades.




Las previsiones de los meteorólogos almerienses apuntan el viernes 4 de noviembre como un día en el que crece la posibilidad de que se recojan, al fin, algunas lluvias, una situación que se prolongará durante tres o cuatro días.


Lo que cada vez parece menos probable es la eventualidad de que se registren fenómenos tormentosos intensos, caso de la gota fría. Para que se produzca se necesita aire cálido en superficie, con vientos de levante, y aire frío en capas altas de la atmósfera capaz de condensar la humedad de las nubes. En todo caso aún no se puede descartar, “sobre todo con un otoño de tan altas temperaturas”.





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