Kanami Kambara: Todos los japoneses se van de España pensando en volver

¿Cómo llega una japonesa de Hiroshima a instalarse en Almería?
En realidad, yo llego a Almería desde Granada, a dónde vine para perfeccionar el español. Y a Almería llegué de la mano de mi novio, destinado en Viator.

Una vez aquí, ¿a qué se dedica en Almería?
Doy clases de japonés, pero, sobre todo, busco a través de un proyecto, JAPAES, ideado con una almeriense, hacer de enlace entre japoneses interesados en España y españoles amantes de Japón.

Hábleme de JAPAES.
Es un proyecto educativo y cultural que busca el intercambio entre España y Japón. En Almería quiere ser punto de encuentro de los enamorados de la cultura japonesa. 

¿Qué interesa de Japón a los almerienses?
Muchas cosas y muy diferentes. Están los apasionados del manga y la cultura más pop japonesa. Otros se sienten atraídos por las artes marciales y muchos por la cultura más tradicional japonesa. Todos tienen cabida. Además, están aquellos que ven en Japón una oportunidad para sus proyectos económicos o empresa.

¿Cómo es el almeriense que estudia japonés?
No hay un único perfil. Tengo alumnos desde los 11 años hasta los 60 y lo mejor es que quieren aprender el idioma por gusto. De ahí que lo cojan con muchas ganas. 

Más les vale porque fácil no parece.
Sí. (Se ríe). La verdad es que el alfabeto, tan diferente al romano, supone una dificultad. Aprender los símbolos más básicos (el hiragana y el katakana) puede llevar a un alumno novel más de dos meses. Eso sí, una vez controlado, ya puede leer y escribir.

Japón se está poniendo de moda aquí, pero   y España en Japón?
También. Por eso, JAPAES quiere ser nexo entre unos y otros.

¿Qué interesa a los japoneses de Almería?
Almería no se conoce todavía mucho, aunque empieza a hablarse de su agricultura. Granada, de momento, es la ciudad que más suena en Japón. Por la Reconquista, la Alhambra y el flamenco.  

¿Qué les choca más de nuestra cultura?
A mí me sorprendió la hora de la siesta. ¡Cierran hasta los comercios de móviles! Y de Almería, el paisaje desértico al lado del mar. No hay ni un árbol. Eso sí, los japoneses que visitan España, se van pensando en volver.