Vida y música en la calle

Lumaga pone banda sonora al centro de Almería

Su guitarra se ha convertido por méritos propios en un clásico del centro de la capital.
Su guitarra se ha convertido por méritos propios en un clásico del centro de la capital.
Luis F. Bonilla
20:10 • 01 ene. 2017

Podría parecer un tipo común. Un alma más que se perdería entre la muchedumbre bulliciosa del centro de Almería si no fuera por su guitarra. Luego planta sus bártulos entre el barullo de la calle Reyes Católicos y Luis, ese hombre de apariencia normal, se transforma en Lumaga.




Luis Martínez García (Barakaldo, Vizcaya, 1977) canta a las historias decadentes con hilos de esperanza. A las vidas truncadas de personas reales, sencillas y humildes, con la que tanto se identifica. A esa gente que se tropieza una y otra vez en la vida pero que se vuelve a levantarse porque no le queda más remedio. “Tanto tiempo en la calle te enseña a ver el hambre en los ojos de la gente. Esas miradas no engañan”. 




Ganarse la vida cantando entre ríos de personas se refleja con una dureza cruda en las yemas de sus dedos. Lumaga lleva como medallas esos callos formados a base de acordes en su guitarra día tras día. “La gente que peor lo pasa es siempre la que más me apoya. Esa mujer con el marido en paro, los que no llegan a fin de mes y te echan unos céntimos porque no tienen nada más... Esos son los que le hacen a uno continuar”.




Luis es hijo de almerienses emigrantes, primero en Alemania y luego en el País Vasco. Retornados a su tierra con la reconversión industrial y el cierre de los altos hornos donde se ganaban la vida. Lumaga encontró su hueco en el mundo en una agencia de ‘management’ que decidió abandonar para hacerle caso a su corazón: “Me compré mi guitarra acústica tras dejar el trabajo para hacer música por si un día había que echarse a la calle para ganarse el pan, y así hasta hoy”. Hoy ya son más de nueve años en el mundo de la canción y cinco dedicándose a tocar en la calle como actividad principal. 




Sus letras y sus ritmos beben de la tradición de cantautores más pura y sincera: Pablo Guerrero, Hilario Camacho, Víctor Jara, Violeta Parra, Luis Pastor... Son algunos de los que nombra cuando habla de influencias pero hay una clave que, sin duda, da la pista sobre quién es Lumaga y esa es esa sonrisa y la palabra amable que no  falta nunca cuando alguien se acerca a echar unas monedas sobre su funda. 




Más que canciones
En la actualidad Lumaga anda con mil y un proyectos entre manos. La sociedad almeriense ha ido reconociendo su trabajo poco a poco y su cara se ha hecho conocida ya en el circuito musical de la capital. 




Además, el cantautor tiene un compromiso firme con la cultura callejera: “No somos muchos, pero hemos formado una familia de músicos, poetas, pintores que nos lo curramos día a día intentando enseñar lo que tenemos”. 




Por si fuera poco, con su segundo disco a punto de entrar en el estudio, Lumaga vuelve el próximo día 4 de enero a la tetería Almeraya para un espectáculo satírico-musical que fue acogido con mucho cariño. Este ‘Políticos honrados’, en el que le acompaña el jienense Manuel Velasco, conocido como ‘Maníaco Depresivo’ muestra una faceta del músico que ni él mismo conocía: “Manolo saca del armario ese personaje tan diferente al Lumaga que soy en mi día a día”, explica el cantante.
 



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