Almería aumenta en 1.136 el número de autónomos en el último año

Almería se ha revelado como una de las provincias más activas de España en lo que se refiere a la puesta en marcha de iniciativas empresariales por parte de los autónomos. El año 2015 se cerró con 55.762 autónomos datos de alta, mientras que en el mes de diciembre de este último año ese número creció hasta56.899, es decir un 2 por ciento más y otros 1.136 autónomos registrados.

El dato coloca a Almería entre las seis provincias con mayor incremento en el número de autónomos a lo largo del último año ya que sólo seis provincias, la propia Almería, Málaga, Gerona, Las Palmas, tenerife y Alicante, han estado por encima de ese dos por ciento a lo largo de 2016.

Además, el porcentaje de crecimiento registrado en la provincia se sitúa muy por encima de la media española (un 0,8 por ciento en el último año, y también de la andaluza, que fue del 1,8 por ciento.

Desde la Federación de Autónomos se destaca el fuerte ritmo de crecimiento de este sector, aunque critica la escasez de medidas que fomenten el emprendimiento y consoliden los negocios “que tan duramente ponen en marcha  el colectivo de autónomos”.

La mujer 
Los datos facilitados por la Federación de Autónomos indican que son las mujeres las que se han mostrado más activas en este último año al presentar un ritmo de creación de empresas superior al de los hombres.

El presidente de esta organización, Lorenzo Amor, se muestra optimista de cara  al futuro porque “cerramos de esta forma un buen año para el empleo: donde hay más empleos, menos parados, más autónomos y empresas y un aumento de la contratación indefinida, Por todo ello s fundamental y necesario -añade- dar estabilidad política y legislar en favor de los autónomos para continuar a lo largo de este nuevo año lo que se puso en marcha en 2015 y que se ha visto estabilizado en este último ejercicio”.

En cuanto al comportamiento de los diferentes sectores, el comercio ha sido el que ha perdido un mayor número de autónomos (un 0,5% menos). Sólo otros dos sectores pierden fuerza, la hostelería y la agricultura.
Sin embargo en otros se ha producido un repunte notable, como en el caso de la actividad inmobiliaria, los autónomos dedicados a actividades profesionales, los ocupados en actividades sanitarias y a la educación.