Mojácar

La Plaza Nueva y su gran Mirador estarán listos para la Semana Santa

La segunda fase del proyecto, con la construcción del nuevo Consistorio, seguirá en invierno

El Mirador contará con solería de piedra caliza, antideslizante, en tonos crema-terrosos, de forma que se mimeticen con el paisaje de fondo.
El Mirador contará con solería de piedra caliza, antideslizante, en tonos crema-terrosos, de forma que se mimeticen con el paisaje de fondo.
Eva de la Torre
21:32 • 21 feb. 2017

Ha sido el peor invierno de los últimos años. La lluvia y el viento han complicado los trabajos de la que sin duda es la actuación más importante que se va a realizar en Mojácar Pueblo con la remodelación de la Plaza Nueva y su Mirador.




Pero a pesar de todo, las obras avanzan a buen ritmo y la primera fase del proyecto (la plaza y el mirador) se encuentra al 60% de ejecución, por lo que, desde el Ayuntamiento, esperan que “si no hay cuestiones ajenas a la obra, como unas malas condiciones meteorológicas”, se podrá entregar dentro de los plazos previstos; es decir, para Semana Santa.




1,6 millones
El proyecto transformará el rincón más emblemático  y conocido de Mojácar Pueblo, aunque conservando su encanto. Con un presupuesto de 1,6 millones de euros, incluye, además del Mirador de la Plaza Nueva, la construcción de la nueva Casa Consistorial y la Comisaría, que ocuparán el edificio que hay bajo la balconada.




Según fuentes municipales, actualmente, se esta procediendo a poner el penúltimo forjado de hormigón. En un plazo máximo de quince días se pondrá el último forjado que será ya el piso del mirador sobre el que se pondrán las losas de piedra.




El diseño será prácticamente igual que antes, salvo el ascensor y rampas de acceso para personas con movilidad reducida. Para la solería se ha elegido piedra caliza natural en tonos crema-terroso, abujardado y antideslizante. Se utilizarán dos tonos, uno más claro y otro un poco más oscuro, intentando que se mimetice en lo posible con los colores tierra del paisaje de fondo del mirador. Un balcón que ofrece una vista privilegiada, desde el que se contempla la costa, las planicies de Bédar, la sierra de Turre y la localidad de Garrucha.




Cuidar la imagen
El proyecto de la nueva edificación, en su conjunto, esta cuidando especialmente la imagen que ofrecerá tanto a nivel de calle como desde la lejanía, ya que será visible a distancia: desde la carretera de Turre o la de Garrucha. Para ello, y a pesar de sus dimensiones -35 metros de longitud y tres plantas-, se va a integrar con la arquitectura vernácula de Mojácar disponiendo de huecos pequeños e irregulares sobre fondo blanco. La superficie total construida será de 2.143 metros cuadrados.




Una vez que esté terminada la estructura del edificio y la Plaza Nueva y su gran balcón, y una vez que haya concluido  la temporada de verano, las obras se retomarán para acabar durante el próximo invierno el interior de las que serán las nuevas dependencias municipales.




Las viejas escaleras y el 'sano cotilleo'
Este espacio público incorpora rampas para facilitar el acceso al mirador, pero sus tradicionales escaleras se mantienen. “Esas escaleras donde la gente del pueblo, jóvenes y mayores, se han sentado ‘toda la vida’ a ver pasar la gente y ponerse al día de los últimos acontecimientos del pueblo. Ese tradicional y sano cotilleo que no puede perderse”, comentan desde el Ayuntamiento. También se mantienen los bancos, junto a plantas y farolas.


Además, la zona del Mirador se eleva 20 centímetros con respecto a la plataforma anterior y seguirá siendo “el escenario improvisado de fiestas y acontecimientos veraniegos”, aseguran.



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