¿La peor Liga de la Historia fue la pasada?

El pasado sábado cuando le hicieron el gol al Almería lo tenía claro: perdemos. La mente pudo al corazón y me quedé tan tranquilo cuando escuchaba a Soriano y a sus futbolistas dando su versión de la enésima derrota.

Uno ya se harta de pregonar en el desierto. De que el partido importante es el siguiente. Del estamos trabajando bien y de esos pequeños detallas (13 en concreto) que son las derrotas rojiblancas.

Que el Almería salte al campo a verlas venir no es nuevo. Que tire la primera parte lo lleva en el ADN. Que tire una vez a portería en la segunda mitad: la norma. Y que Soriano siga diciendo que se ve capacitado es la conclusión.

Todos nos preguntamos cada día ¿Qué le pasa al Almería? mientras los causantes de la situación siguen trabajando para arreglarlo a puerta abierta y a puerta cerrada.

Siempre pasa algo. Y ese algo es malo. Una pérdida de balón. Un desajuste defensivo. Una falta de concentración... así una jornada y la siguiente juegue Pepe o juegue Juan.

Siempre mirando los resultados de los otros para que pierdan y tener vida.

Siempre esperando esos dos triunfos consecutivos que no llegan.

Siempre esperando la lotería de una victoria fuera de casa.

Siempre hasta las narices de escuchar que “hay que pensar en el siguiente partido”.

Solo quiero que se salve al Almería. Me da lo mismo si es con Fran Vélez o con Diamanka. Con Soriano o con Pepe Mel.

Quiero que se salven por la provincia, por la ciudad, por la afición, por los empleados del club, por el presidente, por la afición.

Entenderán que hay dejado de ser de Chuli, de Pozo, de Fidel, de Corona y hasta de Soriano.

Estoy hasta las narices de tanto verbo y tan poca carne.

Si se salvan es para correrlos a todos a gorrazos como decía Casuco.

Menos mal que la pasada fue la peor Liga de la historia.