Pablo Aranda: "Me gusta sentir las dificultades a la vez que mis personajes"

El escritor malagueño presenta `El protegido` hoy en la Feria del Libro de El Ejido

Aranda junto a una escultura de Picasso en Málaga.
Aranda junto a una escultura de Picasso en Málaga.
Marta Rodríguez
22:47 • 30 mar. 2017

Un hombre anodino, en una situación límite, puede tomar la decisión más inesperada. Ocurre en ‘Breaking Bad’, donde un apocado profesor de Química llamado Walter White se convierte en un poderoso fabricante de metanfetamina tras recibir un diagnóstico fatal. Y ocurre en ‘El protegido’, libro en el que un oficinista de vida gris, Jaime, emprende el camino menos previsible al ser puesto contra las cuerdas.




‘El protegido’ (Malpaso, 2015), la última novela Pablo Aranda (Málaga, 1968), es la historia de un tipo común en el que podemos reconocer al vecino del cuarto. La fragilidad de su vida sentimental y la accidentada forma en que, de la noche a la mañana, se convierte en padre marcan su día a día hasta que la aparición de un muerto pone en cuarentena su existencia y la de los suyos.




Son las dos tramas que cohabitan en un logrado equilibrio en este libro a medio camino entre la novela policíaca y el relato intimista. “No sé bien cómo lo hice, fui cruzando las historias y dejándome llevar por ellas. A mí lo que más me atraía era la vida de Jaime y cómo su encontronazo con la realidad le hace tomar un camino que jamás habría pensado”, dice Pablo Aranda a LA VOZ.




Ambientada en Torremolinos y Málaga -donde el escritor dirige el Aula de Cultura Sur-, la parte de intriga de la historia refleja los bajos fondos de la Costa del Sol: el choque cultural consecuencia de la inmigración y la delincuencia a pequeña escala. “Decía el mexicano Carlos Fuentes que la ciudad es un pacto de tribus. El conflicto surge cuando esas tribus, esos mundos, convergen por algún roce inesperado en un bar, o hasta en el gimnasio del barrio”, señala. 




El título ‘El protegido’ alude a un juego que se sugiere en algunos pasajes según el cual Jaime, el personaje principal, goza de cierta protección. “Es algo que perdió importancia en la versión definitiva de la novela, lo mejor es que es una protección a destiempo, es decir, el daño se lo hacen, pero luego se produce una especie de venganza tardía”, indica.




Uno de los grandes logros del libro es el modo en que está escrito, el estilo: frases cortas, la mayoría en presente, que dan la sensación -muy cinematográfica, por otra parte- de estar asistiendo a lo que se cuenta. “Me preocupa el lenguaje y le he dado muchas vueltas, lo he cuidado, una historia mal contada no me interesa”, asegura.




“Lo que sí me interesaba era su relación con las mujeres, cómo igual que se encuentra con un muerto en las primeras páginas también se encuentra con un hijo y cambia su perspectiva del mundo. Y verlo todo desde la figura de la madre. Eso me permitió lanzar hipótesis de esta vida que todos vivimos. Me siento incómodamente cómodo ahí, me gusta sentir las dificultades a la vez que mis personajes”, expresa.




Y el sábado, cuentacuentos
Pablo Aranda compagina con naturalidad la novela seria de adultos con la de humor infantil. De hecho, mañana sábado 1 de abril a las 11 horas llevará a cabo un cuentacuentos en la caseta de la Biblioteca de la Feria del Libro de El Ejido, en la Playa Mayor, a propósito de su libro ‘El colegio más raro del mundo’ (Anaya, 2014). “En realidad, creo que tengo más éxito como autor infantil”, bromea.



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