Antonio Pérez Gallegos: "Muchos casos de corrupción no se investigan por falta de colaboración"

Acaba de renovar por otros cinco años como fiscal jefe de Almería

Antonio Pérez Gallegos, fiscal jefe de Almería.
Antonio Pérez Gallegos, fiscal jefe de Almería.
Antonia Sánchez Villanueva
23:24 • 02 abr. 2017

¿Qué balance hace de los primeros años de fiscal jefe?
Positivo en unos aspectos y negativo en otros. Positivo porque hemos conseguido que la Fiscalía haya funcionado medianamente bien a pesar de la forma en que nos ha afectado la crisis, sin incremento de personal ni de medios, cuando con las distintas reformas se nos da cada vez más competencias. Eso es lo más gratificante, que a pesar de unas condiciones tan adversas hemos salido adelante haciendo un trabajo mínimamente aceptable. 




Habla de carga de trabajo y situaciones adversas, ¿ en qué ha cambiado la situación con respecto a lo que conocía cuando solo era fiscal raso?
Los procedimientos penales son más complejos. Hoy podemos hablar de una profesionalización de la criminalidad.




¿Ah sí?
Yo diría que sí, ya incluso los que cometen robos son profesionales del robo. Se actúa de forma organizada mayoritariamente. 




Estamos hablando del contexto almeriense.
Sí, claro, es el que yo conozco. Aunque no se hayan incrementado los números de procedimientos, sin embargo la complejidad, la gravedad y la dificultad para investigarlos ha aumentado considerablemente. Eso requiere un mayor esfuerzo y preparación por parte de los fiscales y mucho más tiempo. Eso es un hecho evidente. 




Eso implica que la criminalidad cuenta con más medios. ¿Tienen ustedes los mismos o parecidos?
Ni mucho menos. Ese es el gran problema. Ni la Fiscalía, ni los juzgados ni la policía, ni la inspección de Trabajo, ni la de Hacienda. Posiblemente la Fiscalía seamos de los que menos medios tenemos, pero están igual todos los que intervenimos en la administración de justicia. Los que tienen que emitir informes periciales, ahí no te digo nada, ahí no ha habido incremento de dotación prácticamente nada, todo lo contrario, con problemas hasta para cubrir las bajas. 




¿Me está diciendo que no nos debe extrañar si un informe pericial, como el del caso Poniente, tarda varios años en llegar?
No digo que en algunas ocasiones no tengamos nuestra parte de culpa jueces, fiscales, funcionarios, pero el principal problema es ese, que todos los intervinientes tienen problemas de personal, de medios, todo esto lleva a que los procedimientos se retrasen de una manera que quien más lamenta somos nosotros. Cuanta más agilidad haya en la tramitación mejor porque tienes la idea, conoces el procedimiento, si te viene a los dos años, a los tres, tienes que volver a estudiarlo. 




¿De qué es consecuencia? ¿De la crisis?
Sí, claro, pero ya se supone que estamos saliendo, y yo en los seis años que llevo no he visto mejora en ese aspecto. 




¿Qué es lo que más ha cargado de trabajo en los últimos tiempos?
Un asunto que nos genera una gran presión es el de las pateras cargadas de personas, algunas menores de edad, bebés incluso. Además del drama humano para la Fiscalía supone mucho más trabajo porque es la que asume la tramitación de todo. Muchos son menores y ya pasan a protección. Luego hay jóvenes que dicen ser menores de edad, y entonces tenemos que hacerles unas pruebas médicas. Eso, con una urgencia de horas, de días.


¿Qué radiografía podríamos hacer de cómo está la Fiscalía en cuanto a dotación de personal?
Actualmente tenemos 34 fiscales con dos de refuerzo y necesitaríamos unos cinco más como mínimo. Se nos equipara por la población a Jaén y a Córdoba, por ejemplo, cuando ni Jaén ni Córdoba tienen el Mediterráneo, ni son frontera, ni tienen las organizaciones criminales que suelen actuar en la costa mediterránea. El tipo de delincuencia de Almería es similar a la de Málaga y Alicante, por complejidad de los asuntos, pero tenemos un tercio de la plantilla de ellos. 


¿En esa tipología delincuencial, aquí qué prima?
Aquí hay de todo, prácticamente no hay delito que se cometa en otras partes de España que no se cometa aquí.


¿Esto es un campo de ensayo?
Exacto. Aquí hay delitos de ordenación del territorio, pateras, por supuesto homicidios y tráfico de drogas como siempre, a un nivel muy alto, blanqueo de capitales, agresiones sexuales como siempre, con víctimas menores como siempre, y blanqueo de capitales, fraude muy variado, a Hacienda, a la Seguridad Social en mil formas, o en subvenciones, cualquiera, ya le digo. 


¿Mafias también del Este?
Sí, también. Y magrebíes, con el tráfico de droga, y bandas organizadas que cometen robos en viviendas, comercios, se desarticulan pero aparecen otras. 


En este complejo panorama delictivo, ¿qué papel ocupa la corrupción? ¿Es Almería una provincia con unos índices preocupantes de corrupción?
Sin duda. Se está viendo en las causas que se tramitan y en los juicios que se van celebrando, porque tardan pero van saliendo.


¿Siguen entrando casos nuevos?
Sí.No han cesado de llegar denuncias. De todas formas estoy convencido de que llega un porcentaje muy bajo porque no se denuncia. 


¿Existe la percepción en Fiscalía de que existe un nicho de corrupción que no sale a flote?
Sin duda, amplísimo. Cuando hemos investigado asuntos hemos detectado que se actúa de una forma [duda en la palabra]…laxa…. Eludiendo mucho, sin cumplir las normas legales mínimas. Cuando no se publicita, no se siguen los procedimientos administrativos para otorgar licencias, obras, contratos etc ya empezamos mal. Eso está muy generalizado. 


¿Y quiénes son los actores principales? ¿Alcaldes, concejales, técnicos?
Hay de todo. 


¿De unos signos políticos más que de otros?
El que no tiene el poder no toma decisiones. Solamente puede cometerlo quien tiene responsabilidades. Hay personas encausadas de distintos signos políticos. Y también sería injusto decir que es una cosa generalizada, que paguen justos por pecadores. Ahora, que hay mucha más de la que aflora, estoy convencido porque en los procedimientos se ven…


¿….flecos que no se pueden investigar?
Claro, y muchas veces no se investiga porque hay una total falta de colaboración por parte de personas que tienen conocimiento perfecto. No sé si por temor, porque les puede crear más problemas o tal vez puede haber una tolerancia con este tipo de conductas. Son valoraciones que no me gusta hacer porque intento ser riguroso, pero es intentando buscar una explicación. Es clave la figura del arrepentido, porque es quien conoce. 


¿Al arrepentido se le protege lo suficiente?
Creo que ese es el gran problema, que no tenemos los medios suficientes de protección.  
Los grandes casos de corrupción, como el Poniente, ¿salen cuando alguien en una trama deja de percibir?
A veces ha pasado así. Esos son algunos de los casos que se denuncian. Alguien que conoce, quien mejor puede aportar las claves. 


Sería importante que el caso Poniente saliera ya.
Sí, el paso del tiempo va en contra de que sea ejemplarizante. Es verdad que es complejo y por una serie de avatares se está retrasando.


¿Se atreve a dar una fecha de juicio?
No sería yo quien se atreviera. Está muy avanzado, pero son tantas partes... 


¿El fiscal jefe sufre presiones?
Presiones directas yo no he recibido nunca. Que pueda sentir cierta presión, sí, pero  eso lo lleva el cargo. Pero la presión no solo puede ser sobre el fiscal jefe, sino sobre el fiscal que lleva el asunto. Y eso ha existido y por desgracia seguirá existiendo. Lo que pasa es que son temas personales y yo no quiero entrar ahí. El tema son los límites. Nosotros estamos más indefensos de lo que parece. 


¿Pero que a usted le llame el superior y le diga en esto no acusamos, o sí?
Absolutamente, no. Si no, hubiera salido. 


En el caso de las diligencias abiertas contra Gabriel Amat en Roquetas ¿por qué no hay cinco años después imputaciones como dice su defensa?
Ahí el problema es la envergadura, la cantidad de sociedades. Ese procedimiento empezó con una causa, se acumuló otra, y ahora una vez que por la policía se ha hecho un informe desarrollando otro anterior, es cuando el fiscal que lleva el caso ha decidido trocearlo, piezas separadas para agilizar el procedimiento y favorecer la investigación. No seguir la dinámica hasta ahora, de casi inmovilidad, esa es la idea y lo que prevé la ley. 


Aquí se ha cuestionado el papel del fiscal diciendo que se está haciendo una investigación prospectiva. 
No, no es el caso. Esto se planteó ante la Audiencia Provincial en un recurso de apelación y dijo que no. A nosotros nos llega una denuncia con una cantidad de datos tremenda y donde hay elementos para investigar, con eso tenemos que actuar, y es complicado, pero qué haces, la otra opción es no hacer nada. Lo que pretendemos es que no haya duda en cuanto a que se ha investigado para descartar totalmente hechos delictivos o seguir adelante si los hay. Investigamos donde hay unos elementos mínimos que indican trascendencia penal. Si no, no hubiésemos investigado. Eso es así. 
 


¿Llegan muchas denuncias porque sí, como arma política? 
Sí. Llegan muchas de partidos políticos o de políticos interpuestas muy a la ligera, demasiada. Yo creo que por desconocimiento de cómo actúa la Fiscalía y cuáles son sus funciones y competencias. Aquí han llegado denuncias de políticos diciendo hemos hecho una auditoría y le traemos aquí estos 60 folios estúdieselos a ver si hay algo. Eso sí es prospección. A eso nos hemos negado siempre. No somos un órgano auditor ni supervisamos nada. Hay irregularidades que son administrativas.


¿Y eso cuánto le puede ocupar en carga de trabajo a la Fiscalía?
Incalculable. Algunos  ya los intuyes y les dices no. 


Un caso de hace unos días, la acusación contra la madre que quitó el móvil al niño y fue absuelta, pero a la que Fiscalía pedía 9 meses de cárcel. ¿Fue una mala apreciación o un exceso de celo?
En este procedimiento intervinieron dos fiscales y dos jueces, fiscal y juez de instrucción y fiscal que va a juicio y juez que enjuicia. Actuaron correctamente cada uno en su papel. Es absolutamente injusto las descalificaciones e insultos hacia una fiscal que actuó con escrupuloso rigor y cargada de razón. Eso es presión, es intolerable. 


¿En qué se basaba la acusación?
La fiscal no acusa a una madre por forcejear por una discusión con un móvil, no. Aquí se acusa porque, según el denunciante y otros testigos, lo agrede, lo empuja y le causa unas lesiones, leves, pero hay un parte y un médico forense que hace constar esas lesiones. Y, es más, dice que no es la primera vez. El menor llama a su tío, hermano de la madre, y a su mujer, y le acompañan a denunciar. Días después en el juzgado se reiteran en la denuncia y la madre se acoge a su derecho a no declarar. ¿Qué debería haber hecho la fiscal de guardia? ¿actúa a la ligera? Hizo lo que tenía que hacer. Y después el fiscal que va a juicio, visto el desarrollo, actúa también en consecuencia, pero como tantas veces. Con todo eso van diciendo que si debería la fiscal estar en la cárcel,  intentando identificar quién es… qué barbaridad, eso es presión mediática.


¿Ven muchos casos de menores víctimas?
Sí. De siempre, y sobre todo muchas víctimas de agresiones sexuales.  Hay que ser muy cuidadosos con los menores. Pasó con la niña que si se prostituía o no, menudo favor le hicimos. Dicen que si la Fiscalía reacciona o no reacciona, pero determinados medios, no todos son iguales, lo que venden es sensacionalismo y si tú intentas poner racionalidad, eso no es noticia. Nosotros lo que intentamos es no contribuir. 


¿La especialización fiscal ha sido un acierto?
Totalmente. Es de los grandes logros. Si no hubiese existido la lucha contra este crimen organizado en todos los ámbitos sería muchísimo más difíc



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