No son unos tuercebotas

Vino a Almería para hacerse la foto oficial y estuvo cercano con sus futbolistas. El presidente, Alfonso García, dijo a los cuatro vientos que “aquí tenemos muy buenos jugadores, el Almería no tiene tuercebotas”.

Defendiendo lo suyo está en su derecho pero hay que recordarle al presidente del Almería que siendo tan buenos solo han estado 8 jornadas de 34 fuera del descenso y cumplen 4 meses consecutivos en el pozo.

El presidente con su mensaje quiso tocar las fibras de los profesionales pero ellos son blandos de mente y pasado un mes con Ramis y devorados 4 jamones y pico los viernes: vuelven a ser los mismos que con Soriano.

Es verdad que no son tuercebotas pero tampoco aquellos jugadores que llamaron la atención del Almería. Ya me dirán que jugador firmado ha mejorado sus prestaciones pasadas.

Aquí el bueno se hace malo y el malo se hace peor. Que corra el otro...

Ramis hizo (como Fran Fernández) del cariño y el respeto al profesional su piedra angular para hacerlos reaccionar pero como dice el refrán “la cabra tira al monte” y no es casualidad que el equipo salte al campo a verlas venir.

El Almería que saltó al campo ante el Real Zaragoza como el que tiró el partido en Córdoba es carne de Segunda B. Ahora la plantilla le ha dejado claro a su entrenador el por qué son colistas. Y a Ramis por qué vino a Almería.

No tenemos futbolistas intensos. No ponen el alma en los partidos. Son flojos de cabeza. Viven de su palmarés. 

Y lo que más me duele es el cariño, inmenso cariño de los aficionados, hacia su pobre labor.

Me duele que el entrenador les explique muchas veces y que lo olviden muchas más.

Ni comiendo juntos. Ni a jamón por semana van a cambiar. Por mucha paella que les metan en el cuerpo.

Este Almería, como el de la pasada temporada, está ACOMODADO A TANTO CARIÑO.

Mimados por la afición. 

Queridos por su presidente.

Animados por su entrenador.

Viviendo en un paraíso llamado Almería.

Tiene razón el presidente, no son tuercebotas: tienen tanta calidad que defienden con la mirada y atacan sin chutar a portería. Ellos saben que en la sala de prensa su entrenador los defenderá a muerte.

Como decía Manolo de la Poza: “Cuánta calidad en tan poco espacio”