La Policía Nacional frena el desembarco de una banda de Europa del Este en Almería

Los atracadores adelantaron 13.000 euros por el alquiler de un dúplex en Villablanca

Javier Pajarón
19:10 • 20 abr. 2017

La irrupción de los agentes del Grupo V de la Policía Judicial en un dúplex de ‘nueva’ construcción en la barriada de Villablanca es, en muchos sentidos, un símbolo de la denominada Operación Hoguera. La intervención de la Policía Nacional cierra una compleja investigación contra una organización criminal de Europa del Este radicada en Alicante y, más importante, desactiva los planes de desembarco de los delincuentes en la provincia de Almería.




El grupo, dedicado a los robos con violencia, coqueteaba con el tráfico de hachís y había alquilado un inmueble en Villablanca para convertirlo en su nuevo centro de coordinación, con ramificaciones en Málaga y la costa levantina.




La Operación Hoguera, combina los esfuerzos de Policía Nacional y Guardia Civil, y se salda con la captura de siete personas por tres atracos al sur de Alicante. Son ciudadanos lituanos y ucranianos presuntamente vinculados a robos con violencia en un supermercado, una estación de servicio y una sucursal bancaria desde finales de 2016. A los siete detenidos hay que sumar un octavo implicado, capturado por autoridades francesas con un alijo de unos 45 kilos de hachís oculto en los dobles fondos de un turismo ‘caleteado’ en España.




Según fuentes de la investigación, las actividades de la banda habían dejado un rastro difuso en varios puntos del país desde el año 2014. La Guardia Civil y la Policía Nacional tenían pistas y vestigios de los criminales, sin embargo, faltaban elementos para conectar todos los robos e impulsar la captura. No en vano, era profesionales y peligrosos. “Actuaban con una gran movilidad y siempre armados, estudiando meticulosamente sus objetivos”, explica un portavoz de la Policía en Almería.




La cuenta atrás comenzó finalmente con el asalto a un Mercadona de Alicante. Tres encapuchados armados con un revólver se colaron en el establecimiento a la hora de cierre y se apropiaron de un botín de 3.000 euros en metálico.
La inspección del lugar, el relato de los testigos y la comprobación de las cámaras de seguridad dieron detalles para vincular a los atracadores con dos graves sucesos anteriores.




El primero se produjo en el año 2014 en la localidad de San Vicente del Raspeig (área metropolitana de Alicante). Una banda se llevó 46.500 euros en un golpe con tintes cinematográficos en una gasolinera. El segundo data de enero de 2016. Unos ladrones ‘limpiaron’ una sucursal del BBVA en el municipio alicantino de Agost y consiguieron 94.000 euros.  El botín total de los asaltos ronda los 144.000 euros en metálico, aunque no se descarta la participación del grupo (o algún miembro) en golpes menores.




Alquiler
La operación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Civil estrechó el cercó a los sospechosos y detectó la ramificación de sus actividades. Habían entrado en el mercado de la droga con conexiones con distribuidores de hachís en las provincias de Málaga y Almería.




El Grupo V de la Policía Judicial de la Comisaría de Almería destapó hace solo unos semanas los planes para ubicar su centro de operaciones en un dúplex de la calle Estrella Errante de Villablanca y, desde allí, controlar el negocio del hachís.


Según las diligencias, el grupo contactó con el propietario para alquilar el inmueble con un plazo amplio de tiempo. Pagaron 13.000 euros por adelantado para tener plena disponibilidad de la vivienda, ubicada en una zona discreta.


Sin embargo, la Policía Nacional seguía sus pasos en la ciudad y cortó de raíz. Apenas dos semanas después de su llegada a Almería, antes de que pudieran participar en algún gran golpe, los agentes desarticularon la estructura. Paralelamente, agentes de ambos cuerpos llevaban a cabo tres arrestos en San Javier (Murcia) y cuatro en Orihuela y Alicante.


Se efectuaron además siete registros domiciliarios en las provincias de Alicante y Almería, en los que se decomisaron seis vehículos de alta gama, 300 gramos de hachís, 3.850 euros en metálico, prendas de vestir utilizadas en los asaltos, teléfonos, ordenadores, geolocalizadores, tarjetas SIM y documentación falsa entre otros efectos. Están acusados de presuntos delitos de robos con violencia con arma de fuego, tráfico de drogas, falsedad documental, delito contra la seguridad vial y pertenencia a organización criminal.



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