Manuel Martín: "Los transportistas almerienses son tratados como delincuentes en Francia"

Manuel Martín es gerente de Europa ITS Soluciones y gran experto sobre el sector del transporte en Andalucía. Asesora a 435 clientes en la provincia de Almería con una flota superior a los 3.100 vehículos, la mayoría dedicados a la exportación de productos hortofrutícolas. Conoce de cerca los problemas y las necesidades de los camioneros, un colectivo clave para entender la distribución de las mercancías de la huerta almeriense. 

¿Cuáles son los principales problemas de los camioneros almerienses en Europa?
La mayor parte de los problemas provienen de una relativa “confabulación”, sin ánimo negativo. Las administraciones  dejan de ver a los transportistas como trabajadores o empresarios, a pesar de ser una importante actividad económica para el país. Y nos encontramos con una cantidad de legislaciones que a golpe de vista parecen las mismas, con unas directivas europeas comunes, pero que en realidad son muy diversas.

¿Las leyes se aplican de forma distinta?
Un ejemplo. Se hacen unas cabinas fantásticas para que puedan dormir uno o dos conductores y, de buenas a primeras, Francia empieza a multar de forma denodada y sin justificar. Y esto es porque existe una falta de transparencia. Si una autoridad detecta una manipulación en un tacógrafo, sea digital o analógico, tendríamos que poner luz y taquígrafos a todo el proceso. El trabajador debería poder estar presente en todo momento y la empresa poder poner a un técnico a supervisar la labor de los gendarmes, los carabinieri o los Mossos d’Esquadra.

¿Hay un trato peor en Francia a los transportistas españoles?
Antes, cuando las matrículas ponían AL de Almería, los gendarmes entendían que el camionero casi seguro que tenía una alteración del tacógrafo o había cometido una infracción con los tiempos de descanso. Yo mismo, cuando estaba destinado en Estrasburgo, veía que el 90 por ciento de los camiones parados por los mossos o por las autoridades en Francia o Italia eran camiones almerienses o murcianos. Y aunque a veces puede haber una infracción, las formas no se corresponden en absoluto con una infracción, que no es ningún delito. No podemos permitir que a los conductores almerienses se les trate como delincuentes en Francia sin prácticamente decirles de manera concreta y transparente qué sucede.

Menciona también a los Mossos d´Esquadra. ¿Por qué?
En Cataluña estamos teniendo últimamente muchísimas incidencias. Muchos transportistas de Almería no están especialmente felices con el tratamiento. 

Usted critica la opacidad de ciertos controles y las consecuencias para los transportistas. ¿Qué supone la inmovilización de los camiones?
Sin duda, una catástrofe económica si la fecha de entrega de producto perecedero está próxima. Y el problema es que, a lo mejor, ese servicio no tiene beneficio por algo que hasta dentro de meses o años no vamos a saber si se hizo con todo el ajuste jurídico. Pero el daño ya está hecho.

En la Comisión Europea se ha presentado recientemente una propuesta socialista contra el llamado dumping social. Fenadismer habla de rumanización del transporte y competencia desleal desde el este. 
Es cierto que existe esa rumanización de la que me habla. Cooperativas y empresas contratan a conductores por muy poquito dinero, conductores que además hacen bastantes más horas de las habituales... Sucede como en estas empresas textiles que se dice que tienen una base en Calcuta y no la tienen en España por razones de precios. Ellos vienen aquí con las condiciones precarias de su país. De ahí que existan leyes en Francia, Alemania o Bélgica que se enganchan a este dumping social. Pero, desde luego, a quien más perjudica es a los transportistas españoles y portugueses. No olvidemos que difícilmente un conductor holandés baja a España a descargar. Somos nosotros quienes subimos. Tenemos que buscarnos la vida con portes adecuados, con costes de combustible imposibles de repercutir al cliente, con un cúmulo de incidencias y requerimientos que vuelven locos a los transportistas y, encima, nos encontramos con el dumping.

¿Hay solución para el precio de gasóil?
Tuvimos un pico de 1,50 euros por litro y recordemos que el transportista no tiene bonificaciones. Pero, además, como el precio fluctúa constantemente no es posible repercutirlo al cliente y el transportista se ve obligado a mantener el mismo sistema de costes suba a 1,50 euros o baje a 1,08. Hay que intentar armonizar un precio o intentar que el transportista se bonifique. Hay que tener en cuenta que los transportistas tienen tres tipos de costes concretos: el laboral, el combustible y el resto, que son los peajes, viñetas...

Los camioneros se quejan de la cantidad de trámites burocráticos, también en origen, por ejemplo, con la Junta. ¿Por qué?
El problema con la Junta de Andalucía es la tarjeta de conductor. Se trata de una tarjeta necesaria para introducirla en el tacógrafo junto al certificado de capacitación y al permiso de conducir. La tarjeta tiene una duración de cinco años y 15 días para la renovación. Los camioneros presentan la solicitud en ese plazo, pero la Administración, por razones de tiempo o personal, demora más de 15 días darle la tarjeta. ¿Qué significa esto? Pues que el camionero tiene que decidir si se expone a ser sancionado o se queda en casa. La Administración debe cumplir con el plazo o extenderlo.  

¿Cómo ve la flota de camiones en la provincia de Almería?
Almería tiene una flota modernísima. Una flota prácticamente desatomizada, ya con empresas importantes con 200 ó 300 camiones. Tiene empresas que han formado y reciclado perfectamente a sus conductores, que han mejorado las cabinas para que tengan mayores comodidades. Almería es de las primeras provincias en adherirse al CMR, que es un sistema que va a relevar a la carta de porte... Almería es la punta de lanza del transporte.