Emotivo y último ‘adios’ a Francisco Sierra, propietario del Club de Mar

La Iglesia de San Sebastián acogió la misa funeral con asistencia de toda la sociedad almeriense

Una llena iglesia parroquial de San Sebastián le dio un emotivo "adios" a Paco Sierra.
Una llena iglesia parroquial de San Sebastián le dio un emotivo "adios" a Paco Sierra.
Juan Antonio Barrios
22:51 • 21 abr. 2017

Una amplia representación de la sociedad almeriense brindó un emotivo y cariñoso ‘adios’ a Paco Sierra, propietario del Restaurante Club de Mar, de Almería, en la misa de exequias que tuvo lugar en la mañana de ayer en la iglesia parroquial de San Sebastián.

En la homilía de la misa de funeral el párroco, Manuel Cuadrado, destacó la humanidad de Paco Sierra, así como su pasión por su familia y amigos.

Toda la sociedad almeriense quise dar su último adios a uno de los empresarios de hostelería más destacado de la sociedad provincial. Un empresario que ha servido a los comensales más importantes de cuantos han pisado la capital almeriense. 

Entre los asistentes que quisieron arropar a su esposa, Candela Zapata; sus hijos, María del Mar, Cande y Francisco; y sus nietos, además de sus hermanos, se encontraban el presidente de la entidad del Club de Mar, Abelardo Campra; así como compañeros de hostelería de Almería y provincia. 

La asistencia institucional estuvo encabezada por el Ayuntamiento capitalino, con sus concejales Manuel Guzmán, Lola de Haro, Miguel Cazorla y Rafael Burgos.

El mundo empresarial y bancario también asistió, como la entidad Cajamar, que  acudió con una amplia representación. El ex presidente del Colegio de Médicos y gran amigo de Paco Sierra, Francisco Ortega Viñolo, encabezó la presencia de los profesionales de la medicina.

Elías García y Guillermo Visiedo, de la Hermandad de laVirgen del Mar; José Antonio Miras, Hermandad del Prendimiento; o el ex presidente de la Agrupación de Cofradías, Manuel Martínez, fue la asistencia cofrade.

Los artistas también brindaron su último adios, entre ellos, el pintor Pedro Miguel Martínez Medina. 

A la salida, las muestras de cariño se sucedieron como fue el caso del senador Luis Rogelio Rodríguez-Comendador. Al pasar el féretro ante él, deslizó su mano sobre su ataúd, queriendo dar su cariñosa despedida.











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