Un derrumbe de toneladas de rocas obliga a desalojar 21 viviendas en Pescadería

Las Pedrizas se sacuden el polvo entre fuertes rachas de viento y miran preocupadas una nueva pared vertical nacida frente a sus casas. A unos cincuenta metros de altura, piedras del tamaño de un automóvil dibujan un juego imposible de equilibrios, apoyadas unas contra otras, y conforman una amenaza real para las viviendas de esta zona residencial de La Chanca-Pescadería.

La escena es el resultado del derrumbe de toneladas de rocas la mañana del miércoles. Los desprendimientos han provocado una nueva orografía de la ladera y obligan a una actuación de las autoridades para garantizar la seguridad de los vecinos en la calle Cuevas de las Palomas, la calle Flor y la calle Deogracia.

El desprendimiento se produjo sobre las 10.30 horas y afectó directamente a dos inmuebles adscritos a la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (Avra), vinculada a la Consejería de Fomento y Vivienda.Personal de Bomberos, Policía Local de Almería y Protección Civil coordinaron la intervención en la urbanización Las Pedrizas. Dos parejas con dos y cuatro hijos respectivamente fueron desalojadas inmediatamente por efectivos de los servicios de emergencia.

Además, otras 19 viviendas particulares ubicadas en la calle Cuevas de las Palomas y en las vías colindantes fueron desalojadas también como medida de precaución ante el peligro de nuevos desprendimientos en la ladera,  visiblemente agrietada en la parte superior.

El alcalde de Almería, Ramón Fernández-Pacheco, y el jefe de la Policía Local de Almería, Jorge Quesada, visitaron el lugar del siniestro. Los servicios sociales ofrecieron a las familias afectadas la acogida en el albergue municipal, aunque la propuesta no gustó a los vecinos con hijos pequeños.

Posteriormente, el delegado de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía, Joaquín Jiménez, acudió también a Las Pedrizas y puso a disposición de los afectados   las instalaciones del albergue gestionado por Inturjoven. Según fuentes del Ayuntamiento de Almería, 16 familias fueron desalojadas en total y cinco propiedades incluidas en este perímetro de seguridad estaban vacías. Asimismo, existe un varón de 57 años herido levemente tras el impacto de una piedra en el tobillo.

Responsabilidades
Mientras los servicios sociales ultiman la acogida de las familias, las labores se centran ahora en la reparación de los inmuebles perjudicados por los derrumbes y en la seguridad del talud. Sobre la primera cuestión, apenas unos minutos después del desalojo los operarios trabajaban ya para apuntalar la casa más dañada (con dos grandes agujeros en la fachada) y precintar las casas cerradas como medida de precaución. Sobre la segunda cuestión, las labores serán más complicadas y requieren unos informes periciales detallados. Los peritos deberán determinar si existe el riesgo de una nueva caída de piedras y cuáles son las medidas de seguridad aconsejadas.

Y más aún, existe una controversia sobre las responsabilidades en el entorno. El delegado territorial Joaquín Jiménez apuntó a la necesidad de esperar a “los informes del Ayuntamiento de Almería” para estudiar las posibles soluciones.
Por su parte, el alcalde Ramón Fernández-Pacheco recalcó que “las condiciones del monte no ofrecen seguridad”. “Cuando todas las personas tengan su seguridad garantizada y estén en perfecto estado, llegará el momento de ver quién es el propietario del cerro desprendido y qué tenemos que hacer para evitarlo en el futuro”, añadió el regidor.