Un triunfo y un alivio

Borja, Ximo Navarro y Quique, los goleadores en la final ante el Elche

Carlos Miralles
23:11 • 28 abr. 2017

A lo grande. Con 400 aficionados mojándose en la grada alta de fondo norte el Almería no podía fallar en el Martínez Valero, y no lo hizo. El conjunto de Luis Miguel Ramis soportó la losa del empate tempranero de los locales en la segunda mitad para pasarle por encima  con el paso de los minutos. Borja, Ximo y Quique firmaron los goles de una tarde para recordar por todos.




Aunque el resultado final es de 2-3, la realidad es bien distinta, con un Almería que siempre fue un paso por delante del Elche, muy nervioso por la dinámica negativa y los pocos espacios que dejaban los rojiblancos. A los 26 minutos, saque de esquina que Fidel y Pozo convierten en un centro medido a Borja para que éste supere por bajo a Juan Carlos y firmar el 0-1. Primera llegada del Almería y zarpazo.
A la vuelta de vestuarios se produjo la reacción franjiverde, que en una acción aislada igualaba la contienda con un centro desde la izquierda que Pelayo mandaba a la red. Con 1-1 el Almería iniciaba su examen: la reacción y o la rendición, y ganó el esfuerzo y el sacrificio. Vendaval ofensivo con los laterales llegando hasta línea de fondo, encontrando el premio en un córner botado por Fidel que Ximo se encarga de mandar a la red. Momento clave, porque el equipo de Ramis respondió a un golpe con otro más fuerte, algo a lo que no están acostumbrados los seguidores rojiblancos.




Ventaja en el marcador y nada de echarse para atrás. Siguió el Almería buscando el arco de Juan Carlos y en una preciosa jugada rompiendo al espacio, Antonio Puertas sirve a Quique González para llevar la locura al sector de la grada almeriense. El equipo disfrutaba y ganaba a un rival directo en su feudo. Espectacular. Solo Malonga empañó la alegría con un gol en tiempo de descuento, sin tiempo para más. Sería injusto destacar a un jugador en particular, pero este Almería de Ramis gira alrededor de Borja Fernández, un futbolista que ha perdido velocidad con el paso de las temporadas, si bien ha ganado en colocación y en saber leer cada jugada. El Almería sale de los puestos de descenso con rabia y no quiere volver a pisar terreno pantanoso. Dos triunfos seguidos que permiten soñar, pero la guerra no ha terminado. 








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