Ante la obligación

No existe el margen de error, y como dejó claro Ramis antes de viajar a Mallorca, “no me gustan mucho los colchones de puntos”. De hecho ya ni existe, porque se ha apretado la zona baja y el Almería no puede permitirse ni un tropiezo más, por lo que el ambiente en el entrenamiento vuelve a ser parecido al de la semana previa al duelo con el Numancia, es decir, con menos bromas y más concentración en el trabajo, máxime si se tiene en cuenta la bronca del míster en la sesión del martes. Aunque los jugadores se lo tomaron de la mejor forma, queda demostrado el toque de atención del míster al vestuario, y es que recibir a un Mirandés colista puede llevarte al grave error de la relajación.

Parece que el equipo se siente cómodo con la soga al cuello y frente al Mirandés cualquier resultado que no sea triunfo minimizará las opciones de permanencia. Eso sí, actualmente es importante mirar la clasificación y ver al Almería con cinco rivales detrás: Alcorcón, Nástic, Mallorca, Elche y Mirandés.