Semillas para conservar la biodiversidad y embellecer el instituto Luz de Mar

El Programa de Educación Ambiental `Aldea` ha permitido crear el primer espacio verde del centro

Alumnos realizando el trabajo de plantación.
Alumnos realizando el trabajo de plantación.
Fran García
19:11 • 17 jun. 2017

El instituto Luz de Mar de El Ejido está llegando a la culminación de un proceso puesto en marcha tiempo atrás para tratar de enseñar de forma diferente a la vez que conseguir embellecer y hacer más acogedor el centro.




Y es que, como explican desde el propio instituto, “la enseñanza necesita mucho más que paredes de cemento y hormigón”.




Por este motivo, decidían ponerse manos a la obra para llevar a cabo un trabajo cooperativo que permitiera darle otra cara a un centro que hay que recordar que iniciaba su andadura hace relativamente poco tiempo, en 2014, y que aún se encuentra en proyecto su finalización ya que se abrieron las puertas en septiembre de dicho año con dos fases terminadas de las tres proyectadas.




Y se da la circunstancia de que se inició la actividad educativa con un edificio casi desnudo, solamente con las aulas estrictamente necesarias equipadas y sobre un suelo árido, sin espacios verdes o jardines que puedan ayudar a generar un entorno acogedor y habitable ya que este tipo de actuaciones pertenecían a esa tercera fase de obra que no se llegó a iniciar.




Unión
La búsqueda de un proceso de aprendizaje que no fuera unidireccional de profesores a adultos sino compartido unida a la búsqueda de soluciones para que el entorno del centro fuera más acogedor y amigable acabaron teniendo su punto de encuentro en el Programa de Educación Ambiental ‘Aldea’.




Y es que, gracias a este programa, profesores, alumnos y familiares de los alumnos han podido conocer mejor la biodiversidad de espacios naturales cercanos como el Acuario de Roquetas, el Jardín Botánico de Rodalquilar o el Paraje Natural de Punta Entinas Sabinar. “Y todo esto llevando a la práctica la transversalidad en todas las áreas a través de la incorporación al currículum de actividades y tareas que dan una continuidad a lo que se está aprendiendo”, explican desde el instituto.




Y la segunda parte de este programa es la actividad ‘Las semillas del jardín vuelan a mi centro’ donde los alumnos, después de visitar y conocer el jardín botánico de Rodalquilar, recibieron semillas de flora silvestre de la zona almeriense.




De este modo, la idea es crear un vivero forestal. Y se ha iniciado con la plantación por parte de cada alumno de una de esas semilla. Aunque también se han combinado con la aportación por parte de las familias de diferentes variedades de plantas con las que construir un jardín que, además de mejorar paisajísticamente el centro, sea un recurso educativo más para materias como Biología y Geología.


Por tanto, una gran muestra de esfuerzo y trabajo compartido por parte de toda la comunidad educativa de un centro desde el que recuerdan que “crear espacios verdes que inspiren bienestar o sombras en las que refugiarse del aplastante sol de la zona también es educación”.



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