Los hosteleros temen decir adiós a las terrazas en la zona centro

El anteproyecto del Nomenclator de la Junta de Andalucía no permite los veladores en zonas acústicas especiales

Terraza ubicada en el Casco Histórico.
Terraza ubicada en el Casco Histórico.
Lola González
14:35 • 14 jul. 2017

¿Se imaginan el centro de Almería sin terrazas en sus calles? ¿Y si esto ocurriera en todos los centros históricos de Andalucía? Ese es el temor del sector de la hostelería de toda la comunidad autónoma después de que la Junta de Andalucía haya aprobado el anteproyecto del decreto por el que se regulan los espectáculos públicos, los tipos de establecimientos así como sus horarios, y que entre su articulado regula los permisos para la colocación de terrazas y veladores.




Según se recoge en el artículo 10, estas terrazas solamente se podrían ubicar en “áreas de sensibilidad acústica clasificadas por el municipio como Tipo b (sectores con predominio de suelo industrial), Tipo c (sectores  con predominio de suelo de uso recreativo y de espectáculo) y Tipo d (sectores con suelo de uso turístico o de otro uso terciario no previsto) que no estén declaradas zonas acústicas especiales”, es decir, que no sean zonas saturadas de ruido, calificación que tiene la zona centro.




Y es que el problema para conciliar el descanso de los vecinos y las terrazas acabaría con la desaparición de éstas de las zonas residenciales.




Excepción
iertamente en este anteproyecto se establece en su capítulo IV una disposición adicional para instalar terrazas de forma excepcional en sectores de suelo residencial, los que tienen predominio de uso sanitario, docente o cultural o espacios naturales pero siempre que “no estén declarados zonas acústicas especiales”, por tanto se descartaría la zona centro, y quedaría el permiso supeditado a “un incremento de afluencia de visitantes, la necesidad de incentivar el desarrollo económico de una zona o dotarla de infraestructuras de servicios”.




Con esta situación sobre la mesa los hosteleros han comenzado a movilizarse. Explica el presidente de Ashal, Diego García, que en la capital almeriense de aprobarse el decreto con esta redacción “el centro de la ciudad acabaría sin terrazas, los barrios dependerían del criterio turístico y se salvarían las terrazas en el paseo marítimo, El Toyo y en el Sector 20”.




Considera García que de ratificarse “sería el final del turismo de ciudad, el paseable, el de familias” por lo que desde Ashal, al igual que el resto de asociaciones de hostelería de Andalucía, han presentado una alegación en la que piden eliminar los artículos en los que se marca dónde se pueden ubicar las terrazas. Y recuerda que “no solo ocurre en Almería. ¿Se imaginan el Casco Histórico de Sevilla o de Córdoba sin terrazas?”.




Empleo
Creen desde Ashal que esta eliminación de las terrazas provocaría un importante problema de pérdida de empleos en el sector, de hecho, según sus cuentas en la ciudad se despediría de forma casi inmediata a 500 camareros si entra en vigor.




Además, tal y como reflejan en su alegación, podría suponer una desventaja en la competencia con otros destinos turísticos similares.


Espera Diego García que, ahora que aún hay tiempo y tras la presentación de las alegaciones por parte de los hosteleros de toda Andalucía, se pueda realizar “una negociación y que entre todos consigamos llegar a buen puerto”. Y es que tienen claro que a pesar de que la norma recoge ampliación de una hora para el cierre y permiso para hacer actuaciones en los establecimientos, “eso no compensa el perder las terrazas”.


Conciliar descanso con  la actividad hostelera
El problema para conciliar el descanso de los vecinos con la actividad empresarial llevó en la ciudad de Almería a la creación de la Mesa del Ruido hace algo más de un año en cuyo seno se ha trabajado de forma conjunta entre vecinos y hosteleros en pro de una solución consensuada aunque no ha tenido todo el éxito que podría.


Y es que parece difícil la conciliación entre ambas partes, si bien es cierto que en otros municipios se han alcanzado acuerdos estableciendo horarios y con una vigilancia mayor para que se cumpla con la normativa.


Lo cierto es que la revitalización del Casco Histórico de la ciudad, principalmente en el entorno de la calle Jovellanos, se ha conseguido principalmente gracias a estos establecimientos hosteleros y sus terrazas por lo que hay que tratar de alcanzar acuerdos.


Si finalmente esta normativa no se modifica, ¿qué pasará con las terrazas?



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