Magaña esta vivo en los corazones de sus niños

Cuando se habla de Juan Magaña el fútbol es elevado a la categoría de sentimiento. Su nombre lleva a Surbús y este a una filosofía particular a la hora de entender los valores del balompié. Decía el himno del club que “el Surbús es un equipo feroz, feroz, feroz”, cuando en realidad era una escuela de talento y educación.
Los que pasaron por la escuela futbolística de Juan Magaña se llevaron para siempre su sello. Competir siempre para vencer y la educación por bandera. Fueron tantos los niños (miles) los que pasaron por este club que en cada rincón de Almería hay huellas de Magaña.

Un modelo distinto

Juan Magaña encontró su espacio en el fútbol de Almería y lo supo vivir como nadie. Apostó por un club familiar con dos categorías para competir: pre y benjamín, y siempre peleando lugar en el Campeonato de Andalucía para acceder a la fase nacional. Conquistó todos los títulos y nunca quiso experimentar con divisiones superiores ya que no tuvo una instalación para crecer.
Se abrió un hueco y ganó prestigio en toda la provincia para que los mejores niños vistieran de blanco. Ser del Surbús ha sido a lo largo de los últimos años un sello de distinción para los jugadores más pequeños de Almería. Hoy muchos son hombres que no olvidan al maestro Juan Magaña y su obra.

Sencillo homenaje

En el campo de Los Pinos con dos partidos entre equipos canteranos se rendía homenaje al padre del Surbús. Su club de toda la vida no pudo disputarlo pero sin vestirse de corto miles de jugadores blancos estaban presentes de corazón en el evento. La llamada de  Magaña congregó en Los Pinos a familiares, amigos y jugadores de todas las etapas de la larga vida de la entidad.
En el primer partido se enfrentaron el Comarca Río Nacimiento y la selección de Almería CUP brindando tres goles con mínimo triunfo para los comarcales. Luego Poli Almería y Español en alevines rendían homenaje a Magaña con un partido muy bonito donde además de goles ofrecieron un gran espectáculo por su enorme calidad.

Una familia rota

En casa de Magaña se hablaba de fútbol ya que toda la familia estaba implicada en el club desde las labores directivas y técnicas. Sus hijos Juanmi y David son entrenadores, su viuda directiva y las hijas siempre ayudando en la gestión.
La huella deportiva de Juan Magaña es inmensa en nuestro fútbol pero la humana imborrable para todos los que le conocieron ya que nunca pidió para él y siempre para que nada faltara a sus jugadores.