La sorpresa inundó los rostros de los almerienses que asistieron al encendido de la nueva portada de este año. Debido a la extensión del pregón de Pepe Céspedes, la iluminación se hizo esperar. Pero mereció la pena.
La primera novedad fue la proyección de un gran reloj en la portada, una cuenta atrás que anunciaba el ansiado momento. Apenas quedaban cinco minutos cuando llegaron el alcalde y el resto de autoridades, que acapararon todas las miradas. Pero, en este instante, se apagaron todas las luces que alumbraban la avenida. Comenzaba el espectáculo.
Entonces, la voz de Pepe Céspedes comenzó a dibujar el asombro y la sonrisa en los presentes tras disculparse por la demora. A tres minutos de que acabara la cuenta atrás, Céspedes pidió con el ‘tono almeriense’ que caracteriza sus monólgos que se adelantase la cuenta atrás: “¡Adelantadla dos minutos, que ya estamos todos!”, clamó. A escasos segundos del comienzo del espectáculo, la gente, emocionada, comenzó a jalear y a ‘colaborar’ verbalmente.
Cuando el marcador llegó a cero, empezó un espectáculo de fuego y juegos de luces que dejó sin aliento a los almerienses, mientras, además, sonaba una pieza de Strauss. El propio alcalde tomó parte en el acto cuando se acercó a tocar la portada, dando lugar a nuevas proyecciones que cambiaban al ritmo de los latidos de un corazón que se aceleraba cada vez más, como el de los asistentes.
Los fuegos artificiales fueron el broche de oro a un espectáculo que, como no podía ser de otra manera, culminó con el esperado ‘encendido’. Así, la exhibición pirotécnica, junto con la iluminación del Mercado Central, conformaron una estampa única.
La nueva portada, elegida en un proceso convocado para la ocasión en el que participaron los ciudadanos, sustituye la anterior imagen de la Estación de Ferrocarril. La actual tiene unas dimensiones de 30'5 metros x 10'5 metros y más de 12.000 puntos de LED.
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