Objetivo Feminismo recibe la primera denuncia de una agresión en la feria

El movimiento, integrado por más de 70 mujeres, ha organizado patrullas por primera vez

En la imagen, Marina, Verónica, Ana y Gloria, cuatro integrantes del colectivo Objetivo Feminismo.
En la imagen, Marina, Verónica, Ana y Gloria, cuatro integrantes del colectivo Objetivo Feminismo.
Rosa Ortiz
13:58 • 21 ago. 2017

Todo empezó con un grupo de WhatsApp que unas cuantas mujeres, con formación, edades y biografías distintas, crearon de manera espontánea poco antes de la última manifestación del 8 de marzo. Aquel día, Objetivo Feminismo se hizo notar en una concentración que llevaba años reclamando un soplo de aire fresco. “Fue nuestra primera actuación grande. Teníamos una energía y una guerra en el cuerpo muy grande”, dice Ana, una de las integrantes del grupo, que supera ya los 70 miembros. La mayoría son mujeres pero al movimiento se han unido también unos cuantos hombres. De momento, la cifra no pasa de la decena.  




Objetivo Feminismo ha puesto en marcha, por primera vez en Almería, patrullas para evitar agresiones machistas en la feria. “Decidimos que había que pasar de ser un grupo virtual a la acción real”, explica Marina que, con apenas 16 años y un discurso extraordinariamente sólido para su edad, ha sido la impulsora de esta iniciativa. Junto a ella, otras mujeres como Verónica, una educadora social de 35 años, Gloria, funcionaria y con los 50 ya cumplidos o Ana, 28 años, que se quitó de encima la losa de acumular relaciones tóxicas cuando descubrió las bases del discurso feminista - “he aprendido a reconocer lo que no quiero”-, le acompañan en este camino. 




“Yo vengo de otra generación, de un feminismo muy clásico, muy teórico, muy de ‘tenemos que hacer esto y lo otro’ y me he encontrado con chicas que han dicho: hay que hacer algo. Hagámoslo”, cuenta Gloria. Y entre esas ideas surgió la de impedir que haya agresiones de índole sexual en feria. “Hay mujeres que no se sienten bien compartiendo lo que les ha pasado, porque piensan que lo que les ha podido pasar, que un tío las manosee, no es lo suficientemente grave como para denunciarlo”, señala Marina. A su lado, Verónica añade: “Es que todas, en un momento de nuestra vida, nos hemos visto en una situación así. Por eso vamos con el brazalete, para denunciar una situación que a otros les puede pasar desapercibida pero a nosotras no”. 




De momento, una veintena de mujeres se han apuntado a las patrullas. Como único distintivo lucen el brazalete del que habla Verónica: un trozo de tela color morado que se anudan en el antebrazo. 




Las integrantes de Objetivo Feminismo explican cómo hacer cuando se violenta a una chica: “Nuestro protocolo nos dicta que lo primero es intentar tranquilizar a la víctima y ayudarla si ella quiere que la ayudemos. Si es algo más serio, avisar de inmediato a las autoridades”, cuenta Verónica. 




Ana apunta un dato importante: se hace solo si la chica quiere. “Claro, porque hay gente que quiere actuar y gente que no”. “No pasa nada si te atreves a no callarte”, dice Marina. “Aquí no juzgamos a nadie. No creemos que sea positivo acosar a la víctima diciéndole que tiene que denunciar sí o sí”, abunda Verónica. 




Lo que todas tienen claro es que no es no en cualquier circunstancia y en cualquier momento. “Si una mujer está con un grupo de gente de fiesta y, en un momento dado, empieza a ser tocada, si no sabe cómo seguir y nos ve por allí, esa chica va a tener más empoderamiento para decir: hasta aquí, chavales. De eso se trata”, dice Gloria. 




Primera agresión
“Tenemos claro que este discurso no gusta a mucha gente, que nos tratan de insultar llamándonos feminazis. Hay muchos hombres que tienen miedo de las mujeres libres, que plantamos cara, que decimos ‘hasta aquí’, que ponemos límites en una entrevista de trabajo, en una fiesta o en una relación de pareja”, señalan. 


De momento, a su página de Facebook llegó ayer la primera denuncia de una agresión machista en la feria. “Es positivo porque empezamos a ver casos donde no llegamos, que es la feria de la noche. Por desgracia, no tenemos tanto alcance”, cuenta Marina. 


Lo importante, dicen, es terminar “bien” la feria, sin sobresaltos. Y luego, ya verán. “O bien juntas o solas, una feminista siempre va a estar trabajando”, sostiene Gloria. 



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