Una concejala del ayuntamiento de Almería y su promesa a un vecino

Juan Torrijos
23:44 • 20 sept. 2017

Ante la presencia de un testigo, esta le prometía a un vecino que la plaza de la Administración Vieja sería arreglada antes de la feria de Almería. Serían renovadas las luminarias y un buen lavado de cara al entorno se le daría. Llegó la feria, pasó esta, y la plaza sigue en la misma situación, esperando que algún día llegue la promesa de la concejala pepera del ayuntamiento. Conociéndola como la conozco, supongo que doña María Vázquez ha tenido que pasar unos días para no mirarse en el espejo, para no pasar por la plaza de la Administración Vieja y para no ver al vecino al que le hacía la promesa de arreglarle la cara a la plaza. Me imagino a doña María del Mar pidiendo, suplicando al alcalde y al compañero responsable de obras el arreglo de la plaza, y se habrá dado cuenta, un día sí y al otro también que les importaba una higa a los dos, al alcalde, creo que es un tal Ramón Fernández Pacheco, y al responsable municipal de obras, ¿No será un tal Manolo Guzmán?
 La promesa por ella hecha, el arreglo de la plaza y la vida y milagro de los vecinos, especialmente el que vive de su trabajo en el Bahía de Palma. Y es que estamos ante un conflicto que se viene viviendo desde hace muchos años, una tomadura de pelo por parte de los diferentes alcaldes y ediles que han pasado en estos años por el ayuntamiento, y aquí no sólo hay que referirse a los responsables del PP, hay que meter en el mismo saco (no sé si de la basura a los de la oposición), mucho preocuparse por los estudiantes y sus notas o los zapatos de los taxistas, pero no bajan a las pequeñas cosas que le afectan a los vecinos. Está claro, pocos votos tiene la plaza de la Administración Vieja. ¡Qué poca solidaridad, que poca vergüenza!
No sé, María del Mar, si te has llevado un desengaño con tus compañeros, pero estoy seguro que la próxima vez te lo pensarás muy mucho antes de hacer una nueva promesa a un vecino y que ella dependa de algunos de los que te rodean en los escaños populares. Un escarmiento político no viene mal de vez en cuanto, te curte la piel, te hace más fuerte ante la adversidad, aunque entiendo que este te ha dejado con la palabra en el aire y el prestigio por los suelos.
Si te sirve de consuelo, María, los que te conocemos sabemos que por ti la plaza habría sido remozada y las luminarias repuestas.







Temas relacionados

para ti

en destaque