El veneno que demandó Ramis en el área rival

Pozo y Corredera, nombres propios

Rubén Alcaraz y Ramis.
Rubén Alcaraz y Ramis.
Miguel del Pino
20:44 • 24 sept. 2017

Afirmaba Luis Miguel Ramis con fundamento en la rueda de prensa previa al partido que a su equipo le “faltaba veneno en el área rival” y aseguraba que habían trabajado a lo largo de la semana para  hacer más daño arriba. Dicho y hecho. El Almería presentó ante el Sevilla At., un conjunto que no conocía la derrota como visitante, sus mejores argumentos ofensivos y su mayor efectividad logrando la victoria más amplia y brillante de la actual campaña. Ahora lo que es necesario es mantener el nivel de mejora en ataque de los nuestros en León. Soy de la teoría de que los éxitos y los fracasos en el fútbol raramente son achacables a una individualidad, sino que estimo que son responsabilidad del colectivo.




En cuanto al duelo del pasado viernes sin olvidarme de la colectividad estimo que dos futbolistas tuvieron una especial incidencia: Pozo y Tino Costa. El primero está creciendo como la espuma hasta el punto de completar su mejor actuación como rojiblanco desde que aterrizara en este club de nuestros amores y pasión. Imparable, inteligente, dinámico y matador. Ramis está sabiendo sacar del joven futbolista rojiblanco buena parte del fútbol que lleva dentro; todo apunta a que lo mejor está por llegar. Juega donde debe, tiene la confianza total de su técnico y ejerce de lo que es, un ‘mago’ del balón.




Otra pieza rojiblanca que ha aportado veneno al ataque es Tino Costa. Sus incorporaciones al área contraria desde la segunda linea están consiguiendo sorprender a las retaguardias rivales, que es de lo se trata. Ambos, con dos goles, son los mejores artilleros del equipo.




Otro logro importante es que se consiguió dejar a cero el casillero de goles encajados, algo que no se conseguía desde la primera jornada. Pero en este aspecto no es oro todo lo que reluce porque hubo tres o cuatro desatenciones por delante de los centrales que obligaron a Morcillo o a Joaquín a salir de zona y eso creó problemas a René.
Cerró la jornada el filial y lo hizo con un nombre propio brillando al máximo nivel: Álex Corredera. Dirigió magistralmente el ataque de los suyos e hizo tres goles como tres soles. Uno de ellos transformando un penalti de forma magistral, como mandan los canones para deleitar y no fallar. Tiene madera.
 








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