La seguridad fronteriza o cómo guardar las puertas de Europa

Un dispositivo de 80 agentes de la Policía Nacional soporta el control de medio millón de viajeros en tres meses

Un agente vigila los vehículos en el Puerto de Almería durante el Paso del Estrecho
Un agente vigila los vehículos en el Puerto de Almería durante el Paso del Estrecho
Javier Pajarón
21:13 • 24 sept. 2017

La Policía Nacional protege con esfuerzo un pesado manojo de llaves. Cada llave desbloquea una cerradura. Cada cerradura una puerta. Cada puerta una frontera. Cada frontera un camino de entrada o de salida, cuestión la perspectiva. 
Y la responsabilidad es enorme. De la labor de los agentes penden grandes estructuras como la política europea de control de la inmigración, la búsqueda de fugitivos o la persecución de terroristas.




Un grupo de 80 profesionales de la Policía Nacional ha gestionado la seguridad de la Operación Paso del Estrecho 2017 en el Puerto de Almería. Son agentes de la Brigada de Extranjería y Fronteras, pero también miembros de Seguridad Ciudadana, UDYCO (Crimen Organizado), Unidad Canina, Tedax (explosivos y amenazas biológicas y químicas) y BRIC (Respuesta a la Inmigración Clandestina).




Durante tres meses (15 junio-15 de septiembre) más de medio millón de personas ha pasado por la terminal comercial del Puerto de Almería en sus viajes hacia Melilla, Marruecos y Argelia. Y en cada filtro fronterizo, un equipo de la Policía Nacional especializado.




“La misión principal es compatibilizar la seguridad con la fluidez del tráfico de pasajeros y vehículo”, señala la inspectora jefa Florentina, responsable de la Brigada de Extranjería y Fronteras en Almería. “Nuestro objetivo es preservar la seguridad de las instalaciones, infraestructuras y, por supuesto, de los usuarios y viajeros”.




Los resultados son notables. Solo entre los meses de junio y septiembre (primera quincena), los agentes han detenido a unas 90 personas en el Puerto de Almería. De ellas, 37 contaban con requisitorias judiciales. Son fugitivos buscados por autoridades nacionales e internacionales, captados en los pasos por  los controles fronterizos, generalmente cuando buscan escapar de territorio europeo o de regresar tras un tiempo de refugio en sus países de origen. El resto son personas que intentaron superar ilegalmente el puesto fronterizo, conocidos coloquialmente como ‘polizones’, por esconderse en el ferry para entrar en España.




Más información en la edición impresa




 




Tecnología
Para detectar irregularidades en estas ‘puertas’ de acceso a Europa, la Comisaría Provincial de Almería cuenta con un completo equipo para la detección. Los pasaportes y otros documentos de identidad se examinan en los filtros. Un agente realiza un análisis visual preliminar. Luego introduce la tarjeta en un verificador OCR (una especie de escáner de documentos) y someten a los viajeros a un control de huellas dactilares (Live Scan).


Además, si existen dudas sobre una posible falsificación, la Policía Nacional pasa a una segunda fase de inspección con un ‘comparador espectral de vídeo’ que “detecta alteraciones en los documentos y verifica elementos de seguridad”, señala la inspectora jefa Florentina.


“El principal tipo de tráfico de los buques de pasajeros que cruza la frontera proviene del norte de África y, por tanto, fuera del Espacio Schengen”, advierte la responsable de la Brigada de Extranjería de Almería. Esta circunstancia obliga a multiplicar los esfuerzos de la Policía Nacional. “Este año se ha notado muchísimo el aumento del número de pasajeros durante la Operación Paso del Estrecho”, añade el mando policial.


Y la tarea crece además con las vigilancias sobre cruceros y la tripulación de los mercantes (el Servicio Fiscal de la Guardia Civil desarrolla el control aduanero de las mercancías), no solo de la capital sino de todos los puertos de la provincia de Almería.


“Realizamos la inspección de todos los puertos del litoral almeriense”, señala la inspectora jefa. “Los mercantes llegan a Almería, Garrucha y Carboneras”, expone. Las consignatarias tienen la obligación de comunicar con antelación de la llegada de los buques, el puerto de origen y las horas previstas de entrada y salida. El objetivo es tener máximo control sobre quién pasa y cuáles son sus permisos. Y esta es la misión de los guardianes de las puertas de Europa.



Temas relacionados

para ti

en destaque