Javier Urra: "Hay niños que son víctimas en el colegio y verdugos de sus padres cuando llegan a casa"

Psicólogo forense en la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia

El psicólogo Javier Urra, que impartió hace días una conferencia en Almería.
El psicólogo Javier Urra, que impartió hace días una conferencia en Almería.
Rosa Ortiz
22:31 • 08 oct. 2017

¿Cómo afrontamos el acoso en las aulas? 
Es cierto que siempre ha existido violencia, pero antes había una ética de grupo: cuando uno de los dos se rendía, el grupo le decía al agresor: eh, para ya!. Hoy siempre hay alguien que lo graba y que luego lo difunde y se oye a chavales por detrás diciendo: ‘mátalo, mátalo’. Puede que la frase se diga en broma, pero se dice.




Y esa difusión multiplica el acoso, que continúa cuando el niño se va a casa. 
Así es. Hay niños que se ven martirizados porque son distintos. Cuando eres pequeño, necesitas mucho del grupo y si ese grupo te acosa, te ridiculiza o, simplemente, te ignora, te sientes muy mal. El chaval que ha sido acosado ve que las mismas bromas de las que ha sido víctima, que no son tales bromas, están en las redes y, efectivamente, el efecto se multiplica.




¿Qué pasa con esos chicos, cómo lo superan, cómo salen de ahí? 
Tristemente, hay algunos que se convierten en maltratadores cuando llegan a casa. Son víctimas en el colegio y se convierte en verdugos de sus propios padres. Esta es una realidad social muy peligrosa, que hace que la espiral de violencia continúe. Creo que hay que trabajar con los acosadores, porque si no, se convierten en matones, en mafiosetes que creen que hay que manejarse así por la vida y no lo es, pero también creo que hay que trabajar con la víctima, que sufre mucho. En este sentido, las cosas no se están resolviendo bien.




¿Por qué?
Porque, en la mayor parte de los casos, es el niño o niña víctima del acoso quien se ve obligado a cambiar de colegio o instituto y porque llega a pensar que el problema es él y no quien le agrede. Hay estudios que determinan que el acoso afianza la conducta de suicidio en algunos chicos que terminan quitándose la vida. Los niños que son acosados sufren muchísimo, no nos olvidemos de ello. 
 




¿Cómo pueden cambiarse esas conductas? Me refiero a las de esos chavales que se convierte en acosadores. 
Bueno, las conductas del ser humano son las que son, ahora hablamos de redes sociales pero da igual cuáles sean las herramientas. En lo que se tiene que trabajar es en que no hay que machacar a nadie, ni sentirse bien haciéndolo. Hay que trabajar en la empatía, que sean capaces de captar el dolor que infringen a otros. 
Usted cuenta y, centrémonos ahora en la relación padres-hijos, que ha recibido miles de llamadas de padres que no son capaces de controlar a niños de 8 años. Y más pequeños incluso. Mira, aquí tenemos, por una parte, a padres que no son maduros y que no quieren ejercer la función de padres, que es decir no y poner límites. Hay también muchos padres que no quieren que el niño llore o que sufra. ¿Y si se trauma?, me preguntan muchas veces. ¿Traumatizar por qué? El niño se traumatiza si no se le ponen límites.




Lo que ocurre que el crío aprende rápido. 
Claro, crece rápido en ese sentimiento de “yo, mi, me, conmigo” y “lo que digo, se cumple” y acepta cada vez menos la frustración. El niño aprende que se puede imponer, que puede ganar, que puede conseguir cualquier cosa. Hay un algo de querer ser modernos en todo esto y, cuando queremos darnos cuenta, de repente vemos que, un día, el niño se enfrenta con la madre, que otro día le da una patada al abuelo…y así hasta que la situación se desborda.




¿Qué ocurre entonces? 
Que si el caso llega a juicio, el juez puede imponer que el chico vaya a un centro de reforma. En España hay dos, uno en Madrid y otro en Valencia para menores que agreden a sus padres. Pero hay un problema, que un 30 por ciento de esos chicos viven con recelo el internamiento y piensan de su padre: “eres un mierda, me has denunciado y cuando salga, te vas a enterar”. Nosotros trabajamos en otro tipo de centros, conveniados con Sanidad, en el que buscamos una intervención más temprana.




Ya para terminar, usted ha sido muy crítico con la utilización de niños el día del referéndum. 
Mira, es penoso que dediquemos tanto tiempo a hablar de lo que nos separa en lugar de hacerlo sobre lo que nos une. Otra cosa es denunciar la utilización bastarda que se está haciendo de los niños en este caso. Dejarles que se envuelvan en banderas cargadas de ideología es un error brutal, una injusticia absoluta y una profunda cobardía. 



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