Hasta siempre Lucas

Vuelve por el Mediterráneo sin rencor

Lucas Alcaraz viendo al Almería en el Estadio Mediterráneo.
Lucas Alcaraz viendo al Almería en el Estadio Mediterráneo.
Tony Fernández
18:34 • 19 oct. 2017

Me declaro un firme defensor del fútbol de Lucas Alcaraz. Un entrenador que siempre busca los puntos por encima de todo y cumplir con un objetivo marcado. Un técnico que primero tapa su portería y luego busca dinamitar la rival. Siempre con orden y concierto. Sus equipos saben a lo que juegan.




Desde que vi jugar al Recreativo de Granada en el viejo Los Cármenes entendí de qué va esto del fútbol. Un entrenador muy joven lo dirigía y hasta le hacían entrevistas en el AS y el Marca. El sobrino de González, mítico jugador del Granada y Real Zaragoza, era un talento de la táctica.




El Almería que siempre he querido está escrito en el ‘Evangelio según San Lucas Alcaraz’. Siempre valoré como aquellos niños del Recreativo de Granada tenían una disciplina táctica que no veía en los llamados equipos grandes. Todo ordenado y nada al azar.




De aquel Recreativo salió un entrenador que ama Almería. Una tierra que admira y en la que siempre ha sido más feliz en lo personal que en lo profesional.




Ha dirigido en dos etapas al mismo Almería y primero Guillermo Blanes y luego Alfonso García pusieron fin a su etapa de forma inesperada para todos. A Lucas Alcaraz no le trató bien el fútbol en esta tierra.




Pero su legado sigue presente. Su apuesta por jugadores importantes. El descubrimiento de Aleix Vidal y su Almería ordenado y tapado atrás es inconfundible. Lucas amarra bien al contrario.




Lucas nunca le ha caído bien a nuestra afición y recuerdo que en su primer partido local tras ponerse 2 a 0 ante el Girona y acabar con empate a dos en el descuento: le echaron la cruz.




Yo me apunto siempre a su filosofía del fútbol. Me dijo Lucas siendo casi un niño (él, yo soy mayor) que “a esto se juega para ganar” y es lo que hizo siempre. A su forma. Sin alardes. De atrás hacia adelante. Con la portería a cero. Sumando puntos. Ganando como sea. Orden táctico. Disciplina.


Cada vez que le veo recuerdo cuando me lo presentó Juan Melero como el entrenador del mañana. Tenía mucha razón Melero. Ha comido y ha vivido del fútbol. Pero con los bolsillos llenos y el palmarés tan completo le duele su doble etapa en el Almería. Esa espina la tiene clavada. La lleva. La vive.


Las ideas de Lucas Alcaraz son la Biblia del fútbol, pero también me dijo un día Lucas que: “aquí mandan los resultados”, puro ‘Evangelio según San Lucas Alcaraz’.


Lucas es la Biblia del fútbol.



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