El busto que ‘da susto’ a los vecinos

Vecinos de la Asociación Alborán han recogido cerca de 300 firmas en contra de la plaza que está construyendo el Ayuntamiento en la calle Dalia y del busto elegido como orname

El busto de la discordia representa una cabeza masculina con el rostro deformado que homenajea a la juventud.
El busto de la discordia representa una cabeza masculina con el rostro deformado que homenajea a la juventud.
Eduardo D. Vicente
20:45 • 21 oct. 2017

El arte es tan subjetivo que puede llegar a enfrentar a dos miradas distintas. El arte une cuando es compartido, pero puede ser también motivo de disputas cuando  dos no se ponen de acuerdo. Este está siendo el caso del busto que el Ayuntamiento acaba de instalar en el casco histórico de la ciudad, en un recodo de la calle de Trajano.




La escultura forma parte del contexto de un nuevo espacio que ha quedado abierto en las calles de Trajano y Dalia, tras el derribo del cubil que estaba pegado a las espaldas del  edificio del antiguo sanatorio Virgen del Mar, donde hoy están instaladas las oficinas municipales de gestión tributaria.




Tras el derribo se ha formado un pequeño solar que el Ayuntamiento ha querido dignificar convirtiéndolo en una plaza de paso que embellezca ese entorno de la ciudad, tan concurrido por estar junto a una de las vías de acceso que van desde el Paseo hasta la Plaza de la Catedral.




La nueva plaza ha desatado las hostilidades entre los vecinos de la asociación Alborán y las autoridades municipales, que no se ponen de acuerdo, que se encuentran tan enfrentados que sus proyectos no coinciden en nada. El presidente de la asociación, Baldomero Rodríguez, se ha reunido recientemente con la concejala de Fomento, Ana Martínez Labella, para presentarle las quejas de los vecinos: protestan por las tres pirámides de cemento que se han levantado pegadas a la pared, protestan por lo desnudas que quedan las fachadas de los edificios que rodean la nueva plaza y protestan por el busto que ha colocado el Ayuntamiento, que según Baldomero Rodríguez “nadie sabe a quién representa”.




El busto de la disputa es una cabeza tallada en piedra con un trozo de cara deformada, que podría representar a una figura mitológica, tal vez un dios griego atendiendo a la forma del pelo y a los tirabuzones que le cuelgan. “Yo te puede asegurar que hay niños que se han asustado al ver esa cara”, asegura el presidente de los vecinos. En la charla que ha mantenido con la concejala no han llegado a ningún acuerdo. “Me ha dicho que la obra sigue adelante tal y como está prevista y que el busto es arte. Yo le he respondido que el arte está mejor en los museos”, subraya.




En su protesta también han puesto el acento en las tres pirámides de  cemento levantadas detrás del monumento y el tramo que desemboca en la calle de Antonio Ledesma. Los vecinos querían una plaza diáfana, sin elementos arquitectónicos para evitar las concentraciones de los fines de semana. “Estos espacios no adornan y para lo único que pueden servir en un futuro es para que se tumben encima los jóvenes del botellón. Habíamos negociado con el concejal Carlos Sánchez la eliminación de la primera pirámide para que no fuera un obstáculo que cortara el paso de la calle, pero al parecer los técnicos se han negado”, asegura Baldomero Rodríguez.




Mientras que los vecinos continúan movilizándose con la recogida de firmas por el barrio y con las reuniones en el Ayuntamiento, las obras siguen su ritmo normal y la nueva plaza parece estar ya a punto de ser inaugurada con sus pirámides de cemento y con el polémico busto de piedra que según reza en la columna que le sirve de base, es un homenaje a la juventud de Almería.





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