Reconstrucción de un colegio en México tras el terremoto

Almuerzo solidario de la Fundación Jesús Peregrín con asistencia de 600 personas y autoridades

El sacerdote misionero, Jesús Peregrín, con su equipo de la Fundación que lleva su nombre y del Grupo ECAS,
El sacerdote misionero, Jesús Peregrín, con su equipo de la Fundación que lleva su nombre y del Grupo ECAS,
Manuel Morales
21:25 • 22 oct. 2017

La reconstrucción de un colegio parcialmente destruído por el reciente terremoto de Méjico de la orden La Inmaculada Niña en la colonia San Lucas es el principal proyecto al que irán destinados los fondos obtenidos de la comida solidaria de la Fundación Jesús Peregrín,   que volvió a  batir todas las previsiones, reuniendo a más de 600 personas en el Club de Natación de Almería.




Este año la convocatoria anual, acogió además la celebración del 50 aniversario de la puesta en marcha por parte del sacerdote Jesús Peregrín, de los grupos de jóvenes a los que se les animaba a prestar  servicio a los más necesitados.




Las primeras  reuniones se llevaron en la casa de  Jesús Peregrín. Pocos años después se pusieron en marcha los equipos ECAS que aún continúan activos. Con este motivo se le hizo entrega a su fundador el sacerdote, Jesús Peregrín, de una placa conmemorativa que recibió visiblemente emocionado.




El veterano sacerdote, se mostraba especialmente   feliz por el éxito,  un año más en el número de asistentes y por las muestras de apoyo recibidas a la labor que lleva a cabo al frente de la fundación que lleva su nombre, así como de afectos y cariño.




Acudieron a la convocatoria autoridades y representantes de toda la sociedad almeriense llegados desde todos los rincones de la provincia, así como de empresarios, que además aportaron regalos para el posterior sorteo que se llevó a cabo para recaudar más fondos. Según el vicepresidente de la Fundación Jesús Peregrín, Bienvenido Fernández, que igualmente se econtraba satisfecho por la respuesta solidaria de los almerienses comentó que  “la recaudación de este almuerzo es una de las principales fuentes de financiación anuales, que junto con otros donativos y el dinero que aportan los socios conseguimos financiar cuatro tipo de proyectos.




Presupuestos
La mitad del presupuesto se destina a dar de comer a la gente, tenemos comedores escolares y niños apadrinados en casi todos los países pobres del mundo”.




La sanidad es otra de las preocupaciones de esta Fundación, según comentó Fernández  “0tra parte de nuestro presupuesto es para la sanidad con dispensarios y pequeños hospitales, así como para obras de infraestructuras como pozos, residencias de mayores y por último, la ayuda a la escolarización y la formación”.  Recordemos que en estos momentos la Fundación financia una veintena de proyectos, entre los que destacan sufragar los gastos que genera la reconstrucción de un colegio parcialmente destruído por el reciente terremoto de Méjico de la orden La Inmaculada Niña en la colonia San Lucas.




Además de varias dependencias auxiliares para un internado en Bangladesh, así como la ayuda económica al dispensario médico San Giuseppe en Etiopía, la construcción de un pozo de agua en Benin o de un hogar para 60 niñas en Kenia.


Gente sin nada
Bienvenido Fernández insistió en que “hay gente en el mundo que no tiene nada, por cada  persona que  haya acudido a esta comida, se propicia que un niño pueda  comer todo el mes, es darle vida un mes más”. Los comensales, pudieron conocer en los postres,  a través de un vídeo todos estos proyectos y también los detalles del viaje que este verano realizaron a Kenia dos integrantes de la Fundación.


“Si ese día no llegamos a esa comunidad en Kenia, los niños no hubieran tenido nada para comer”, así describe Pura Galindo una de las experiencias más dolorosas que vivió en el viaje que realizó a varias comunidades del país el pasado verano.  Es miembro de la Fundación Jesús Peregrín y acudió a Kenia para conocer de primera mano, junto con otra compañera, Aurelia Mena, la marcha de los proyectos financian  “nos dimos cuenta de cerca de que donde llega el dinero que enviamos, en este caso a misiones de la Congregación de las Franciscanas, los niños de la calle que recogen comen, aunque sea una vez al día, y en algunos casos incluso, están escolarizados”.



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