La Guardia Civil arresta a ;Caracortada; para evitar la salida al mercado negro de dos AK47 y 800 balas

La Guardia Civil halló las armas en Las Hortichuelas en septiembre y arrestó a A. E. en la ciudad de Melilla

Armas decomisadas por la Guardia Civil
Armas decomisadas por la Guardia Civil
Javier Pajarón
23:31 • 20 nov. 2017

Los agentes de la Guardia Civil en Almería salvan vidas. Una investigación desarrollada durante los últimos tres meses, bautizada como Operación Pizarra, termina con el arresto de un ciudadano magrebí acusado de poner en el mercado clandestino un arsenal de armas.




El detenido es A. E., alias Caracortada, un antiguo carnicero del Casco Histórico de Almería conocido por sus contactos con el narcotráfico. Nació en Marruecos en enero de 1966 y salió de prisión el pasado mes de agosto en libertad condicional.




La Benemérita informó este lunes de la localización de un arsenal de armas en su vivienda en el Parador de las Hortichuelas, en una fase de la intervención realizada a finales del mes de septiembre y enmarcada dentro de los trabajos de la lucha contra el terrorismo. 




Los agentes  encontraron en el registro del inmueble dos fusiles AK47 con culata retráctil (los famosos kalashnikov de origen soviético) sin marca ni número de fabricación, ambos borrados para impedir el seguimiento de las piezas por parte de las autoridades.




También descubrieron  12 cargadores aptos para estos fusiles, dos silenciadores acoplables, un arma corta simulada, un silenciador para un arma calibre diez milímetros, dos cargadores (uno para un arma calibre diez milímetros y otro para un arma calibre 22 milímetros), cinco grilletes metálicos y cerca de 800 cartuchos, según datos oficiales difundidos por la Comandancia de Almería.




La Benemérita halló el arsenal de armas, pero Caracortada desapareció del mapa. El rastreo se prolongó semanas y llevó a los agentes hasta la ciudad autónoma de Melilla, donde fue arrestado como “presunto autor de un delito de depósito de armas de guerra y munición”. 




Tráfico y terrorismo
La investigación del Instituto Armado sospecha que A. E. de 51 años de edad puso las armas en el mercado clandestino y que la Operación Pizarra ha evitado una venta con consecuencias inciertas en el futuro. “Las armas incautadas están siendo estudiadas para averiguar su posible relación con algún hecho delictivo y la Guardia Civil mantiene la operación abierta para esclarecer el origen, destino o uso final que se pretendía dar a este arsenal”, señala la Comandancia de Almería.




“El actual nivel de alerta 4 antiterrorista hace que la Guardia Civil mantenga un constante esfuerzo para detectar los canales de distribución de este tipo de armas, siendo esta amenaza una de las prioridades, tanto a nivel nacional como para la Unión Europea”, añade. "Este tipo de armas supone un riesgo elevado para la seguridad ciudadana en caso de caer en manos de organizaciones criminales, especialmente, en aquellas vinculadas al terrorismo internacional”.


Las diligencias corresponden al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número Cinco de Roquetas de Mar, que autorizó el registro domiciliario. No obstante, si la investigación conecta las presuntas gestiones de A. E. con el terrorismo yihadista, el procedimiento debería elevarse ante los Juzgados de Instrucción de la Audiencia Nacional. Las pesquisas continúan activas. Los agentes tratan de reconstruir el camino de las armas hasta aterrizar en la provincia de Almería. La guardia sigue alta.



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