Ni una sola queja

Me van a perdonar si se me ve el plumero en exceso pero soy de Lucas Alcaraz por los cuatro costados. Y ayer me di cuenta que no estoy equivocado con el entrenador granadino.

Ni una sola queja por la situación del equipo. Sin lamentos por no tener futbolistas. Buscando soluciones a todos los problemas y sumando puntos: que para eso vino a Almería.

Lucas Alcaraz es especial y sabe sacar petróleo de su profesión y lo demostró en un Almería-Córdoba que a los 5 minutos de partido ya estaba cuesta arriba con el rival metido en nuestra área.

El entrenador granadino se dejó la vida en la banda y despertaba uno por uno a sus futbolistas que vieron cartulina amarilla a la primera de cambio y añadían mayores dificultades al encuentro.

Llegar con 0 a 0 al descanso tenía su mérito y todo lo demás ya era obra de Lucas Alcaraz que pidió la portería a cero y pescar en la rival. Pudo acabar mejor la fiesta pero lo importante era sumar los tres puntos.

Cuando terminó el partido me di cuenta que ganamos en un corner más que perdimos en una falta en Granada. Y no se jugó un solo minuto del descuento como Dios manda. Lección aprendida.

Cuando el árbitro pitó el final dije al Carrusel: “Este partido solo lo gana Lucas Alcaraz” porque tenía una enorme dificultad y el Córdoba tuvo siempre la pelota e hizo correr de lo lindo al Almería.

Se dejaba la portería a cero y se sumaban tres puntos más para la causa en las peores condiciones con el equipo roto por las lesiones.

Lucas Alcaraz hizo filigranas con lo que tenía y ha creado una filosofía de juego que seguro ayudará a crecer al equipo. No me pregunten si fue justo o injusto el marcador. Lo que cuentan son los puntos.

Decía Lucas que la victoria es importante y hablaba con mesura del partido y del trabajo de sus hombres. Todo es normal con Lucas Alcaraz cuando no es normal lo que hizo el Almería frente al Córdoba.

Estos partidos solo los gana Lucas Alcaraz.