Mando a distancia

Hemos pasado de tocarlo a desearlo más cerca del club y del equipo. Alfonso García ha sido muchos años una prolongación de Guillermo Blanes en cuanto a cercanía con la prensa y con la grada.

El presidente del Almería que conocimos en los primeros tiempos nada se parece al de ahora con más años de experiencia: y asumiendo un nuevo rol en el sillón.

Con su hijo Alfonso gestionando y él en un segundo plano se deja ver los días de partido en el Mediterráneo y poco más, porque a los desplazamiento no suele ir y no estuvo en la Junta de Accionistas.

Además se enfada si le preguntas por la venta del club y dice que tiene cuerda para rato, pero en fútbol todo es efímero. Todo pasa volando.

Alfonso García asume su nuevo rol con total control sobre la entidad rojiblanca. No se ha despegado, hace la goma como los ciclistas pero sigue estando al mando de las operaciones.

Hay que entender que lleva muchos años en el cargo y desgasta ser presidente de la Liga Profesional. Todos los días hablando de rumores de venta y nadie le ha llegado con la plata primero y un buen modelo de gestión después para su Almería.

No ha encontrado relevo para el sillón. No ha llegado la oferta ideal para un Almería mejor y con el que tenemos ya nos llega para sufrir y vivir en la LFP.

Ha puesto el presidente cierta distancia que a veces es buena para comprender y entender como deben ser los tiempos futuros.

En su nuevo rol aparece menos pero cuando lo hace deja claro que el club no peligra pero los números de la pasada temporada no han sido buenos.

Vender para vivir es lo que toca.