Liberadas cuatro mujeres obligadas a prostituirse y a someterse a rituales de vudu

Una operación desarrollada por la Policía Nacional, con la colaboración de Europol, la National Crime Agency (NCA) y la NAPTIP de Nigeria, ha permitido desarticular una red internacional de trata de seres humanos con fines de explotación sexual que se lideraba desde Cantabria aunque tenía ramificaciones a otros puntos del territorio español, entre ellos San Isidro, en Níjar. 

Doce personas han sido detenidas como presuntos integrantes de la red: siete en Cantabria, dos en Vizcaya, dos en Alicante y una en Mánchester.

Además de ser obligadas a ejercer la prostitución, las víctimas eran sometidas a terribles rituales de vudú-yuyú, como comerse un corazón crudo de pollo mientras bebían whisky y les arrancaban uñas, pelos de la cabeza y vello púbico.

La red actuaba principalmente en Cantabria aunque tenía ramificaciones en diferentes puntos de la geografía nacional. Así, las víctimas liberadas se encontraban ejerciendo la prostitución en clubes y pisos de alterne de Elda (Alicante), Santander, Zaragoza, y San Isidro, en Níjar.

Cabecillas en Cantabria, brujos en Nigeria
La red criminal estaba liderada por una pareja asentada en Torrelavega (Cantabria). Ellos eran el nexo común con el resto de integrantes y se encargaban de facilitar la dirección y el contacto de los lugares donde debían dirigirse las víctimas para el ejercicio de la prostitución.

También realizaban llamadas telefónicas a Nigeria para amenazar a los familiares de las víctimas cuando no respetaban los plazos fijados para la deuda contraída por el viaje, o para indicar a los brujos que debían repetir rituales de vudú a sus víctimas para lograr un mayor control.

Además se encargaban de distribuir a las mujeres por todo el territorio nacional amenazándolas mediante el uso de estos rituales.