Alcaraz, todo un lujo

Sigue siendo el hombre de moda en el Almería. Rubén Alcaraz ha tomado las riendas del equipo no solo a nivel futbolístico, sino anotador. Con ocho dianas, es el máximo artillero rojiblanco y ya hasta se atreve con los lanzamientos desde el punto de penalti. El centrocampista, que llegó cedido por el Girona, ha ido creciendo con el paso de las jornadas y transmite su felicidad al resto de compañeros. Tras ganar a la Cultural Leonesa, el jugador atendió a LA VOZ y Cadena SER en la zona mixta del Estadio y reconoció que tocó trabajar en equipo para sumar los puntos. El rival apretó hasta el último suspiro sin éxito, lo que habla del esfuerzo defensivo por parte del cuadro almeriense: “Conocíamos la importancia del partido y la primera parte fue buena, aunque en la segunda nos tocó sufrir. Sumamos los tres puntos ante un rival directo y nos quedan catorce más para llegar a los cincuenta.

Poco orden
El aficionado disfrutó de un fútbol poco habitual en segunda, con los dos once buscando sin freno de mano la portería rival. Al Almería no le interesaba el intercambio de golpes y Rubén aclaró en Carrusel que uno de los puntos clave fue la mentalidad positiva: “Ningún equipo controló el partido. Se vivió más por acciones mentales que por otra cosa. A la contra, con Pozo, Lass y Gaspar hacíamos mucho daño y la clave estuvo en las áreas”.

La afición
Segunda mejor entrada de la temporada, superándose por poco los 7.000 espectadores, con final feliz. El Almería pudo festejar con los suyos la segunda victoria consecutiva que le permite viajar a Huesca con margen de siete con la cola. Alcaraz comentó que en los momentos de máxima tensión se notó el calor de la grada: “Los tres puntos eran importantísimos y la afición nos echó una mano en los momentos que más lo necesitábamos. Para ganar también hay que pasarlo mal, como ante la Cultural, pero fuimos una piña y eso es importante”.

El penalti
Verza fue el último lanzador y no tuvo suerte contra el Nástic. Morcillo también ha tomado la responsabilidad desde los once metros, pero Alcaraz se veía con plena confianza para marcar el segundo ante Jorge Palatsí. Le pegó al centro y engañó al cancerbero de la Cultural para ampliar la ventaja en el luminoso. “He ido decidido a por la pelota, a marcar el gol. Durante la semana hago trabajo específico con el portero rival y sabía hacia dónde iba a tirar”, apuntó el catalán. Ha visto puerta en jugada, falta directa y penalti esta temporada. Es el máximo goleador.

El futuro
El calendario se complica para los hombres de Lucas Alcaraz. El domingo toca visitar al líder, el Huesca, y posteriormente nuevos enfrentamientos con candidatos al ascenso: Rayo Vallecano y Real Valladolid. Rubén entiende que los aficionados se merecen un final de Liga sin sobresaltos y van a pelear para conseguirlo: “Es un gusto competir en el Mediterráneo con la afición así de entregada. Ojalá podamos ilusionar a la gente con buenos partidos cada domingo”. Rubén Alcaraz logró el ascenso con el Girona, pero no entraba en los planes de Pablo Machín y encontró un nuevo destino en Almería. De todo aprenden los deportistas de élite y no se arrepiente de vestir la camiseta rojiblanca: “Hay que aceptar las cosas como vienen. Personalmente estoy feliz en Almería y se me nota en el campo y en el día a día. Esto me hace crecer como futbolista y como persona”. El Almería no para de crecer con Lucas y con un Rubén en estado de gracia.