Vélez-Rubio

Isabel ‘La Cucharona’ cumple cien años

Su única hija viva, sus nietos y biznietos le regalaron cien rosas rojas, una por cada año cumplido

Toda su familia estuvo en la fiesta homenaje por los cien años.
Toda su familia estuvo en la fiesta homenaje por los cien años.
Antonio Crisol
21:22 • 31 mar. 2015

Doña Isabel Andreo Gázquez, más conocida como “Isabel La Cucharona” cumplió el pasado día 29 de marzo 100 años. Un siglo de recuerdos, vivencias y experiencias compartidas que la convierten en una de las mujeres que más sabe de su tierra natal, custodia de todo un legado de intrahistoria en su memoria.

Con la sencillez, la candidez y la ternura que produce saber que tienes delante la historia viva de un pueblo, Doña Isabel recibía el homenaje de sus familiares con la celebración de una fiesta de cumpleaños organizada en un establecimiento local a la que no faltaron su única hija viva, sus cinco nietos, las tres parejas de los vástagos casados, además de sus cinco bisnietos.

Isabel Andreo Gázquez nació el 29 de marzo de 1915 en Los Simones, provincia de Murcia. Con 7 años, se trasladó con sus padres al Cortijo de La Botella en Los Gázquez (Vélez Rubio) donde pasó su infancia. Allí empezó a trabajar siendo una niña, guardando pavos y yendo  a lavar a la balsa.

A pesar de las dificultades de las mujeres de su época para acceder a la cultura, Isabel aprendió a leer y escribir.  Según relata  “mi padre me decía que no necesitaba ir a la escuela, que sólo iban los hombres para que cuando se fuesen a la mili, pudieran escribir. Pero tenía un hermano menor, José, que por un accidente doméstico quedó tuerto y como era pequeño yo tenía que llevarlo a la Escuela de los Gázquez, así que aproveché los acompañamientos para aprender”.

Ya de jovencita, y a pesar de que tenía un “medionovio” le echó el ojo al que sería su marido al salir de misa un día de Todos los Santos, Francisco Sánchez “El Campusino” con quien se casó el 7 de agosto de 1935, en el marco de “una boda de pobres” que celebraron en El Cortijo de la Botella. Con el tuvo a sus dos hijas.




Apresado
En abril de 1938 el bando republicano se lleva a su marido a luchar al frente, dejándola con una niña que aún no había cumplido los 3 años y otra de 3 meses. Al mes, los nacionales lo apresaron y acabó en el campo de concentración de Rianxo. Un episodio que Isabel recuerda con mucho dolor, y que se enmarca en una época de misera, (en la que pasaron hambre) de guerra incivil y postguerra, en la que compartió dolor, resignación y silencio impuesto.

Una etapa de gran dureza en la que logró liberar a su esposo viajando hasta Madrid. Su regreso a un pueblo desolado tras la guerra fue duro pero lograron sobrevivir.

Su marido fallece en 1963 y ella entra a trabajar como limpiadora en el Palacio de las Damas Catequistas, donde posteriormente trabajó como cocinera hasta su jubilación en 1980 . Para que su hija María trabajara se quedó al cuidado de sus tres nietos.

Esposa, madre y abuela coraje
En la celebración de cumpleaños de Isabel no faltó la tarta a la que precedió el regalo de un ramo con cien rosas, una por cada año cumplido.

Su hija y nietos quisieron reconocer así el apoyo incondicional de esta esposa, madre y abuela coraje, siempre luchando. La vida le dio un revés importante cuando sin esperarlo su hija María fallece en julio de 1995. Es aquí cuando se estrechan más aún los lazos con su nieta Encarna, compañeras inseparables.

Todos agradecieron a Isabel su incansable lucha, “en ti siempre hemos encontrado la ayuda, la fuerza, el apoyo y aliento que en cada momento hemos necesitado”.










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