Un coleccionista de arte pagó a una banda para expoliar la iglesia de Santiago Apóstol en Almería

La Guardia Civil arresta en Almería a 13 personas acusadas de 11 robos en casas y naves industriales

Javier Pajarón
01:00 • 21 may. 2015

La iglesia de Santiago Apóstol guarda entre sus muros un rico patrimonio artístico, testimonio de cuatro siglos de historia de Almería.  El templo protege las imágenes de la Virgen de la Soledad, el Cristo Resucitado y San Juan, además de reliquias y retablos de enorme valor cultural.





Esta riqueza de la iglesia, catalogada como Bien de Interés Cultural desde los años treinta, atrae la mirada feligreses y visitantes y, con cierta frecuencia, la atención de los delincuentes. Una investigación coordinada por la Guardia Civil denominada Operación Jerbos destapa ahora el plan de una banda organizada para hacerse con piezas históricas de la parroquia.





La operación de la Benemérita deja 20 detenidos por 35 asaltos a viviendas, naves industriales, negocios y almacenes de tres provincias. La mayor actividad se concentra en la provincia de Almería, donde residían 13 de los detenidos repartidos entre la capital, Vícar, Roquetas de Mar y El Ejido. La investigación acusa a la organización criminal de urdir un plan para expoliar la iglesia de Santiago Apóstol, en pleno centro de la ciudad.





El ideólogo es un coleccionista de arte cuya identidad se desconoce. No está en la lista de los 35 detenidos en Almería, Granada y Murcia en la Operación Jerbos, aunque la investigación le sitúa como responsable de un golpe a la parroquia frustrado hace un mes aproximadamente.




El promotor contactó con la banda y pagó para conseguir imágenes religiosas y otros bienes de interés artístico albergados en el templo. El grupo preparó el golpe, pero la posición céntrica de la iglesia, las dificultades para acceder al interior y los problemas transportar el material frustraron el asalto hace algunas semanas. Para entonces la Guardia Civil pisaba ya los talones al grupo criminal y había localizado la posición de sus miembros en municipios de Almería y Alicante. 




Informadores





Los arrestos de la Operación Jerbo se precipitaron finalmente el jueves 7 de mayo, como adelantó LA VOZ DE ALMERÍA. La investigación de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) con sede en Alicante y la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Almería (UOPJ) imputan a los integrantes siete asaltos a domicilios en la provincia y otros cuatro a naves industriales.





Con el robo a la iglesia de Santiago reducido a simple tentativa, el delito más significativo en la provincia se produjo en un almacén. Los ladrones se apropiaron de 94 bicicletas eléctricas y 30 ciclomotores, con un valor en el mercado superior a los 200.000 euros. Fuentes de la investigación aseguran que el seguimiento de la acción de la banda dejó un reguero de decomisos de bicis y motos en cortijos, invernaderos, garajes y chabolas de toda la provincia.



Los componentes del grupo detenidos por la Guardia Civil son españoles, búlgaros, rumanos y magrebíes. Todos tenían un rol especializado en la organización. Según el Instituto Armado, la banda captó a una joven búlgara como gran experta “en la apertura  de cajas fuertes y puertas de seguridad de especial complejidad”. Era contratada para trabajos puntuales, requerida para situaciones delicadas donde la mano de una especialista era clave para el éxito de la operación. También ha sido arrestada.



Junto a esta estructura actuaba igualmente una red de información formada por personas que, si bien no participaban directamente en los asaltos, ofrecía datos sobre la situación de los objetivos, las vigilancias,  y el potencial riesgo.


 


El principal despliegue policial se realizó en la barriada de El Puche. La Guardia Civil  capturó a cuatro hombres y a tres mujeres en viviendas de la zona, en un dispositivo que contó incluso con apoyo de un helicóptero. “Durante el desarrollo de la Operación Jerbos se ha podido averiguar que otra de las actividades ilícitas de la organización consistía en el tráfico de estupefacientes”, añaden fuentes oficiales del Instituto Armado. En la intervención se practicaron 13 registros domiciliarios en las provincias de Almería y Murcia donde intervinieron sopletes para la apertura de cajas de seguridad, inhibidores de frecuencia, radiotransmisores, pasamontañas, guantes, documentos falsos de identidad, cuatro vehículos robados, material electrónico e informático, joyas, relojes, dinero metálico y, al menos, cuatro escopetas. Las diligencias corresponden al Juzgado de Instrucción número Dos de Torrevieja (Alicante).



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