“No sé por qué, pero no he sabido llegar al corazón de los almerienses"

Alfonso García, presidente de la UD Almería, hace balance de la pasada temporada

El presidente de la Unión Deportiva Almería, Alfonso García
El presidente de la Unión Deportiva Almería, Alfonso García
Miguel Naveros
19:20 • 06 jun. 2015

A la entrada a la entrevista, el director deportivo y el entrenador trabajaban ante un ordenador. A la salida, los miembros del Consejo esperaban a Alfonso García. Se prepara la Liga próxima tras el descenso.




¿Qué pesa más, un ascenso o un descenso?




El ascenso se celebra con gran alegría y el descenso... se sabe que puede ser inevitable. La española es la mejor Liga del mundo. Sólo estar en ella es un premio.




¿Qué ha pasado para este descenso?




En los últimos cinco partidos, sobre todo los cuatro últimos, hemos tenido muchísima mala suerte, y no es excusa. Lo mismo que el año pasado la entrega se vio favorecida por la suerte, este año no.




Hay quien dice que Francisco no logró hacer un bloque, como en su día hizo Unai.




Cada entrenador es un mundo. Unai ascendió e hizo una muy buena temporada. Francisco en los primeros partidos no hizo puntos, pero luego mejoró el equipo y se logró la permanencia. Y este año empezó igual. Pero mis sensaciones eran ya diferentes.




Sergi es la apuesta. 


Yo me guío mucho por las sensaciones. En las últimas jornadas el equipo ha merecido más. Eso me ha convencido. 


Paradójico...


Sí, pero fueron fallos puntuales los que nos han hundido. Se dio la cara y las sensaciones fueron buenas.


¿Ha barajado algún otro nombre, además del de Sergi?


No, nada. Sergi.


¿Van a seguir Corona y Soriano?


Hay que hablar con ellos. La intención es que se queden. Pueden aportar mucho. Tienen que enseñar y apoyar a los jóvenes.


¿El territorio del Almería es la Primera o la Segunda?


Es la Liga de Fútbol Profesional, o sea, las dos. En los últimos treinta años sólo tres equipos no han descendido alguna vez a Segunda. De los últimos diez años hemos estado seis en Primera, no es mal balance. 


¿Y que haría falta para instalarse en territorio de Primera?


Eso es muy complicado. El presupuesto y los patrocinios son los que son, mucho menores que los de otros equipos. Entre 23 y 24 millones va a ser al final el presupuesto del año, con una pequeña desviación, un millón, millón y medio de déficit. Hay que tener mucho cuidado. Mire lo que le ha pasado al Elche. Ni es el primero ni será el último.


¿Cuánto ha puesto usted para llevar adelante este proyecto?


Nunca quiero hablar del tema económico, mejor dicho, no debo. Digamos que a veces más, a veces menos. He puesto lo que he podido, ahora menos que antes, claro. En las últimas cinco o seis temporadas estamos intentando que no haya grandes desviaciones presupuestarias, no más de un cinco, un diez por ciento. Está habiendo mucho control. Ahora hay que demostrar que las cuentas son reales. La Liga ya ha negado inscripciones de jugadores por temas económicos.


¿Es rentable invertir en la cantera? Hay quien cree que no tanto.


Hemos dedicado dos millones y medio, un doce por ciento del presupuesto. Es una apuesta. Por eso tenemos en las máximas categorías a todos nuestros equipos, con algunos jugadores hasta profesionalizados para que no nos los quiten.


¿Y repercute en el primer equipo?


Aspiramos a que en dos, tres años el sesenta por ciento de la plantilla proceda de la cantera, entre doce y quince jugadores.


¿Lleva usted directamente la política de fichajes?


No, sería imposible. Yo tengo mis empresas y no tendría tiempo. Eso sí, estoy en estrecho contacto con el cuerpo técnico y, desde luego, el tema económico sí lo concreto yo.


Sin embargo, hay jugadores que recomendó usted mismo.


Es verdad. Recuerdo que estábamos en Segunda y me encantaba el portero del Atlético Mineiro, que parecía de fútbol sala, un gato. Subimos a Primera y los técnicos querían a otro. Y les dije: “Pues vosotros ponéis uno y yo el otro”. Yo traje a Alves y ellos a Cobeño.


¿Se siente usted solo en esta aventura? 


No. Mi familia...


No me refería a su entorno.


Cuando me vaya, porque antes o después tendré que irme, no sé cuándo pero las cosas lo mismo que empiezan acaban, me preguntaré por qué no he sabido llegar al corazón de los almerienses. Si porque no soy de aquí, si porque me han visto distante... no lo sé. No estoy más aquí porque tengo una enorme responsabilidad en mis empresas, un grupo con 2.000 trabajadores. Antes venía más, un par de veces en semana, pero ahora no puedo venir tanto. Con la crisis me han dejado muchas cantidades colgadas y tengo que trabajar por recuperarlas.


Así que cree que no ha sabido llegar al corazón de los almerienses.


Eso parece. He llegado sólo al corazón de esos 11.500 abonados que tenemos, y sé que hay muchos más aficionados al fútbol, pero no se sienten identificados con el equipo. Algo no habré sabido hacer. Envidio al Cádiz. Da igual en qué categoría esté, siempre tiene el campo lleno. No he logrado que el Almería se convierta en una referencia para los almerienses. Y lo siento sobre todo por esos aficionados que no han venido, que no han gozado con esta Liga y sus estrellas cuando venían.


¿Echa de menos más apoyo del mundo empresarial?


Supongo que algunos podrían aportar más. Sé que hay una crisis larga y muy dura, pero con un poco que hubieran aportado cada uno de los que pueden, tendríamos más capacidad para crecer.


¿Y de las instituciones?


Antes ayudaban más, pero entiendo que ahora tienen otras necesidades.


¿Es justo el reparto del dinero de la televisión?


Sé que el Almería no puede pretender lo que los grandes, pero había que cambiar los criterios del reparto, y parece que con el decreto se va a conseguir. Con ese mayor presupuesto podrá haber ciudad deportiva, más inversión en las bases, traer algún mini-crack.


¿Y con la ciudad deportiva qué pasa?


Si subimos, será nuestro primer fichaje. Lo tengo clarísimo, porque permitirá un mejor trabajo de las bases. Y la residencia vendrá inmediatamente después.


¿Le ha sorprendido el escándalo de la FIFA?  


No sé exactamente de qué va, y si no conozco algo a fondo, mejor me callo. 


¿Ni siquiera lo esperaba?


Son instituciones muy grandes y puede pasar en ellas cualquier cosa. Lo estamos viendo no sólo en el fútbol.


¿Pone usted la mano en el fuego por Villar?


Alguna reunión y alguna comida no dan para conocer a alguien a fondo, y por quien no se conoce en profundidad no puede ponerse la mano en el fuego.


¿A quién recuerda con mayor cariño de estos años al frente del Almería? 


A muchos futbolistas, a algún entrenador. Algunos han dejado huella aquí y han triunfado por ahí. Donde juegan, ya es mi segundo equipo. No voy a nombrar a uno en particular porque sería injusto.


¿Cuál ha sido el mejor momento en estos años?


El primer ascenso. Fue tremendo. Yo no he visto nunca más gente junta que desde aquel autobús.


¿Y el peor?


Los dos descensos. Salvando las distancias, es como cuando se pierde a un ser querido.


¿Y hay alguien a quien no quiera ni recordar?


A alguno sí. Alguno ha hecho trastadas que no se entienden. Se lo he dicho a ellos cuando he tenido la oportunidad.


¿Trastadas en los despachos, o en los campos de juego?


En los dos.



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