Los secretos de la fotografía ‘artesanal’ en la Alcazaba

Alumnos del IES Cruz de Caravaca participan en un taller con motivo del Milenio

Alumnos del IES Cruz de Caravaca de Almería con las ‘cámaras’ que han diseñado.
Alumnos del IES Cruz de Caravaca de Almería con las ‘cámaras’ que han diseñado.
Evaristo Martínez
21:20 • 18 jun. 2015

La Alcazaba se ha convertido durante unas horas en un estudio al aire libre para un grupo de fotógrafos que han plasmado su visión del monumento a través de cámaras artesanales construidas por ellos mismos. 




Veinticinco alumnos de 2º de la ESO del IES Cruz de Caravaca de la capital han colaborado en este taller de fotografía estenopeica, impartido por el escultor y fotógrafo Rodrigo Valero, profesor además de educación plástica y visual en este instituto. 




El proyecto, enmarcado por la delegación de Educación de la Junta dentro de las actividades del Milenio, perseguía que los estudiantes aprendieran los secretos de la fotografía estenopeica, que se basa en las propiedades más elementales de la luz. “Tenemos una caja sellada completamente a la luz excepto en un pequeño orificio, que llamamos estenopo. Los rayos que se reflejan en la escena penetran en la caja a través del minúsculo orificio y chocan con la pared interna opuesta, formando una imagen invertida. En esa pared se dispone material sensible, como papel fotográfico, que quedará impregnado por los rayos exponiendo la fotografía en sí misma”, explica Valero.




De esta forma, cada cámara permite obtener únicamente una toma y además “el enfoque es a ojo”, ya que no hay visor. 




Los propios alumnos han aprendido a fabricar sus cámaras estenopeicas de forma artesanal, tirando de imaginación y usando cajas de zapatos, tambores, latas o incluso botes de Cola Cao. “Una vez construidas, realizaron prácticas en el instituto, tomando fotos y revelándolas después”.




Asombro
Rodrigo Valero realiza todos los años este taller. “Los comentarios de los alumnos siempre suelen ser de asombro. Nunca saben con certeza qué es lo que va a salir en la imagen hasta que llega el momento del revelado. Es como una especie de parto”, dice el profesor del Cruz de Caravaca. Cuando la imagen aparece “como de la nada”, la ansiedad de estos fotógrafos artesanales acaba tornándose en “alegría”, detalla. 




 “Es una experiencia muy diferente a otras que he realizado”, cuenta Marta, una de las alumnas participantes. María, por su parte, opina que construir cámaras de esta forma permite “entender mejor el mecanismo de la fotografía”.




“Es una experiencia que no olvidarán”
Rodrigo Valero (en la imagen, junto a una de las cámaras estenopeicas) subraya que la mayoría de los alumnos se quedan “impresionados y algo perplejos” cuando desarrollan esta actividad. “Al final se convierte en una experiencia que no olvidarán”. Tras revelarse las fotos se harán una selección que se expondrá en el instituto.



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