Bienvenidos a ‘Casa de Ánimas’

Todavía existe. Es una de las casas más antiguas de Alboloduy. Una de las más antiguas y la más pequeña. La primera planta presenta una única estancia. Una escalerita sube a la segunda con una chimenea y dos dormitorios diminutos. Un callejón la cruza por debajo. 

Era la residencia de la Cofradía de las Ánimas Benditas del Purgatorio, que tiene su origen en la proliferación de las capillas para pedir por las almas impuras en la Alpujarra y los valles de los ríos Nacimiento y Andarax de los siglos XVIII y XIX.

Entre las cuatro paredes de esta casa habita la esencia de la última novela de Mar de los Ríos (Almería, 1966). Una obra que, más allá de lo que cuentan sus páginas, esconde su propia historia. La de una narradora incansable para la que un libro es algo vivo que nunca deja de cambiar. La de una contadora de cuentos cuya razón de ser es emocionar al lector.

La escritora empezó a tocar a la puerta del mundo editorial en 2013, cuando ‘Casa de Ánimas’ quedó entre las diez finalistas del premio Fernando Lara. “He hablado con todo tipo de editoriales y no tengo hueco, el sistema tradicional está tocado y no sé si hundido. Hay muchísimas trabas para que las nuevas voces salgan a la luz, ahora se apuesta por las caras conocidas y no es mi caso”, asegura.

Lejos de tirar la toalla, Mar de los Ríos ha decidido publicar su libro “a la manera del siglo XXI”, es decir, en Amazon, donde ya puede adquirirse en formato digital y en los próximos días estará disponible en papel. 

“Yo creo que tengo un nivel de lectura y escritura digno y quiero que me avale alguien que esté en el negocio y sepa más que yo. Si no encuentro ese aval, seguiré avalándome a mí misma. El arte es un poco así. A mí nadie me ha pedido que escriba, con lo cual si no me abren las puertas, tendré que insistir no ya a los editores, si no al mundo: a los lectores”, señala.

‘Casa de Ánimas’ está dedicada a Jane Austen, otra novelista que sufrió la incomprensión del sector y que, de hecho, murió sin ver publicada su ópera prima. “Me fascina su perseverancia y ella lo fue hasta el último minuto en un mundo, el de hace dos siglos, que podíamos pensar que ha cambiado mucho, pero no es así. La mujer en el arte es una asignatura muy pendiente, no está en los museos y apenas aparece en las listas de los libros más vendidos”, considera.

Alboloduy, siglo XVIII
Para construir el relato de su nuevo libro, Mar de los Ríos ha buceado en el árbol genealógico de su familia hasta llegar a la décimo segunda generación de sus antepasados. Esta investigación la ha llevado hasta Alboloduy, la tierra de su padre, en el siglo XVIII. “Alboloduy es un pueblo mágico perdido en un pliegue de la Alpujarra. Situado entre una montaña y un río, no tuvo puente que lo sacara de allí hasta los años 60 del siglo XX. Eso ha provocado que conserve su estructura medieval y sus historias de ánimas y de fantasmas”, explica.

Buceando en el Catastro de la Ensenada y en la documentación que encontró en la casa solariega de su familia, la narradora halló la sociedad rural, aún estancada en el medievo, en la que deseaba ambientar esta novela de historias cruzadas. De un lado, dos personajes femeninos: Eulalia, una niña vieja que escapa de la miseria de la sierra tras una aparición, y sor Adoración, su mentora. De otro y como contrapunto, dos hombres: un héroe de guerra que ha servido a Carlos III y un peregrino venido de Roma.

“Juntos tendrán que desenmascarar toda una trama en la que se mezclan misterio, filantropía, arquitectura, arte, amor y esperanza en el género humano”.