Sanitarios alertan sobre las alergias que provocan los tatuajes de henna negra

Los dermatólogos aconsejan la henna natural que tarda unas seis horas en secar y es de color marrón 

Un tatuador aplica henna natural sobre la piel.
Un tatuador aplica henna natural sobre la piel.
María Medina
19:59 • 05 jul. 2015

MARÍA MEDINA




Redacción




 




Las alergias a la henna negra (que no natural) que utilizan tatuadores ambulantes en las playas almerienses provocan no sólo picores, enrojecimiento o inflamación de la zona, sino que, en ocasiones, la reacción es tan grave que requiere de meses de tratamiento con corticoides o, incluso, infiltraciones. Así lo exponen dermatólogos y médicos de Atención Primaria que, en esta época del año, dan algunas claves para aprender a diferenciar una tinta de otra.




Aunque el cartel anunciador indique siempre que la henna utilizada por el tatuador es natural, conviene saber que ésta es de color marrón y no negro brillante. Y que requiere de, al menos, 6 horas su secado. Por eso, si el acabado del tatuaje es muy brillante y el tatuador asegura que el secado es muy rápido, hay que desconfiar.




 




Colorante alérgeno La henna negra lleva aparejado un conservante, la parafenilendiamina, que es una sustancia colorante utilizada en muchos tintes y que no puede utilizarse en grandes cantidades. La falta de una regulación clara sobre este asunto conlleva la multiplicación de casos de alergias.




En la mayoría de los casos, los pacientes acuden a las consultas del centro de salud o de los dermatólogos, con un picor “insufrible” y con inflamación. El tatuaje aparece, además de enrojecido, como si estuviera hecho en relieve. Esta inflamación puede llegar, además, a darse no sólo en la zona del tatuaje, lo que complica el tratamiento.


Así lo explica el dermatólogo almeriense José Luis Martínez-Amo, que alerta sobre la sensibilización “de por vida” que puede provocar la henna negra a la parafenilendiamina, lo que, entre otras cosas, impediría a la persona que la sufre “a teñirse el pelo en su vida”. 


Pero es que, además, las molestias que provoca esa reacción son importantes y pueden prolongarse  bastante el tiempo. Las ampollas y la inflamación han de tratarse por un especialista, aconseja Martínez-Amo, que recomienda no fiarse de los tatuajes de secado rápido.


Existe, por otra parte, un movimiento dermatológico que  apuesta por exigir a los tatuadores que expliquen al usuario qué producto es exactamente el que se utiliza y que así se lo hagan constar por escrito. Esta fórmula evitaría muchos problemas.


En el caso de los tatuajes permanentes, hay colores, como el rojo y el amarillo, que provocan más sensibilización y no se sabe con certeza la causa. De momento, y de cara a los tatuajes temporales, los facultativos aconsejan acudir a un centro de estética y no tatuarse en la playa.



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