El Archivo Municipal, allí donde habita la memoria de la Feria

El Palacio de los Marqueses de Cabra, en la calle Arráez, custodia programas de la semana grande desde 1893. Los carteles más antiguos datan de 1943. Conservan ta

Aurora Carretero, la directora de la sección de Archivos y Bibliotecas del Ayuntamiento, con un abanico del 99 y un cartel de Feria del 43.
Aurora Carretero, la directora de la sección de Archivos y Bibliotecas del Ayuntamiento, con un abanico del 99 y un cartel de Feria del 43.
Marta Rodríguez
13:07 • 28 ago. 2015

Lejos de la algarabía de la fiesta, en un lugar cuyo origen se remonta a 1489, cuando tras anexionar Almería a Castilla los Reyes Católicos mandaron guardar en un arca bajo tres llaves la documentación relativa a la corona, habita la memoria de la ciudad. Y, con ella, la memoria de la Feria. 




El documento más antiguo sobre la semana grande que conserva el Archivo Municipal, en el Palacio de los Marqueses de Cabra de la calle Arráez, data de 1807 y es el bando en el que el intendente Fernando Osorno “hace saber a los pueblos inmediatos que la Feria de Almería se va a celebrar del 17 al 22 de agosto”. “Esa, probablemente, fue su constitución”, subraya la directora,  Aurora Carretero.




En una sala que permanece a una temperatura constante de 18 grados y un 65 por ciento de humedad, se guardan de forma individual en unas cajas especiales los programas de las fiestas en honor a la Virgen del Mar desde 1893. 




“A partir de esa fecha, se conservan prácticamente todos con alguna salvedad como los de los años de la Guerra Civil, cuando es de suponer que no habría Feria. Que se guardasen o no dependía del archivero en cuestión. De los 40 años que estuvo Adela no falta ninguno”, apunta en alusión a la ímproba labor que llevó a cabo su predecesora, Adela Alcocer, que fue reconocida dando nombre al archivo.




Evolución
Los programas de Feria han evolucionado mucho desde aquella especie de boletín de 1893. Con el tiempo se fueron introduciendo dibujos, anuncios de comercios que hoy siguen abiertos como La Dulce Alianza o el vistoso color. En los años 50 y 60, existen ediciones que son verdaderas piezas de coleccionista con portadas que hacen referencia a la industria de la uva, el Puerto, la Alcazaba o la Patrona. El interior de estas publicaciones se cuidaba con mimo con textos, por ejemplo, del escritor Manuel Alcántara y dibujos del pintor indaliano Luis Cañadas.




“De los 70 llaman la atención las portadas de dos números, una que hemos usado para varias exposiciones con una fotografía de Carlos Pérez Siquier que muestra a una joven vestida de gitana y otra que es una pintura muy conocida de Jesús de Perceval, en la que se ve a una mujer con un niño sobre los hombros observando los barcos de la bahía y la Alcazaba”, expresa Carretero.




Los carteles de Feria se custodian en el Archivo Municipal desde 1943. En pleno debate sobre si la semana grande conserva o no sus raíces, es curioso que este primero presente a una mujer con el traje de gitana que muchos aseguran que Almería ha copiado de Sevilla y no es hasta 1953 cuando aparece el tradicional de aquí. 




Y un clásico de la semana grande de nuestra tierra, el abanico, se abre paso entre tantos documentos en papel desde que el Ayuntamiento de la capital lo empezó a distribuir en el año 91. “Esos primeros eran prácticamente lisos, algunos ni siquiera incluían el año. Ahora son mucho más bonitos y sofisticados”, dice.


De cara al año que viene, Aurora Carretero piensa ya en proponer al área de Cultura y Fiestas Mayores, de la que dependen, montar una gran exposición con el material que conservan. Para que la gente no pierda la memoria de su Feria. La memoria de su ciudad.



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