Nuestra Señora del Rosario enciende el fervor de su ‘pueblo’

Desde el corazón del municipio, en su templo junto al Ayuntamiento, Nuestra Señora del Rosario vigila durante todo el año el devenir de su ‘pueblo’. Como alcaldesa perpetura -nombramiento que recibió hace dos años-, es testigo de la vida de los roqueteros, los que están, los que van y los que vienen. Y es en estas fechas cuando esos mismos roqueteros le agradecen su cariñoso cuidado. Encuentros, espectáculos, bailes y conciertos, las actividades que llenan el municipio desde el pasado sábado cobran su sentido cuando la patrona sale al encuentro con sus feligreses.

Lo hizo el fin de semana, en un emotivo Rosario de la Aurora, que  reunió a decenas de personas. También en la ofrenda de la víspera de su fiesta, en la que los colectivos mostraron su fervor en forma de flores. Pero sobre todo lo hace en la misa y procesión solemne, que tuvo lugar ayer, por las calles del centro del municipio.

La música de las bandas, los pétalos de rosa de los balcones, las canciones de las corales, pero también el acompañamiento de cada uno de los vecinos que quisieron estar con la Virgen hicieron que cada calle fuera especial. Al llegar a la rotonda de la Policía Local, se dispararon unos espectaculares fuegos artificiales.

Actividades para todos
La procesión ha cerrado cinco días de frenética actividad en Roquetas de Mar. El sábado los protagonistas fueron los mayores, con una multitudinaria comida en el pabellón Infanta Cristina. El mismo sitio acogió el domingo el encuentro de encajeras de bolillo. Por su parte, la magia llegó a la Plaza de la Constitución con Domingo Artés. 

El lunes se celebró una fiesta de la mujer mientras que las Águilas del Sol llevaronhasta Roquetas de Mar un amplio repertorio de aves rapaces entre las que se encontraban águilas, búhos, buitres, caracara… 

El martes fue el día de la cabalgata y la gala del mayor. Y ya ayer miércoles, comenzó el día con el despertar de cohetes con gigantes y cabezudos por las calles de la localidad, para abrir boca a un día de fiesta espectacular.