Paseo fotográfico por los vestigios del cine de Almería

Mark Parascandola retrata su visión de lo que queda de la edad dorada del séptimo arte

Presentación de la muestra, ayer en la Sala de Comisiones de Diputación.
Presentación de la muestra, ayer en la Sala de Comisiones de Diputación.
Marta Rodríguez
23:01 • 09 oct. 2015

Almería vive una segunda edad dorada del cine. Una nueva oportunidad para lograr que el rodaje de grandes producciones deje tras de sí algo más que recuerdos de localizaciones que un día vimos en pantalla grande y decorados en estado de ruina.




La exposición ‘Érase una vez en Almería: decorados, restos y paisajes de cine’, de Mark Parascandola, retrata los vestigios de aquella época en que la provincia vio desfilar por sus calles a estrellas como Brigitte Bardot y fue inmortalizada en ‘Cleopatra’, ‘Lawrence de Arabia’ y la ‘Trilogía del Dólar’, entre otras.




A lo largo de las dieciocho fotografías que conforman la muestra, que puede verse hasta el 11 de octubre en el Salón Polivalente de Tabernas, el visitante encontrará decorados que fueron escenario de tiroteos, construcciones que dieron cobijo a ‘buenos, feos y malos’ y paisajes por los que levantaron polvo diligencias con rumbo a lo desconocido. Organizada por el Instituto de Estudios Almerienses (IEA), la exposición se enmarca en la quinta edición del Almería Western Film Festival. Parascandola guiará hoy sábado un recorrido por ella. 




“Con su mirada, Mark nos enseña su fascinación por estos restos destartalados que, como fantasmas, nos muestran otra manera de observar la ficción cuando Almería era un lugar diferente”, expresó la coordinadora de la actividad, Mar Verdejo Coto, durante la presentación de la misma en el Palacio Provincial.




La luz y el paisaje
Llegado expresamente de Washington D.C., el fotógrafo confesó sentirse fascinado por la luz y el paisaje de Almería. Una tierra en la que se hunden las raíces de su familia, en concreto en Alhabia, y que conoció siendo niño gracias a las historias que le contaba su madre, Elisa Castellón, sobrina del pintor Federico Castellón. 




“En mis fotos me centro en la arquitectura abandonada y su relación con el paisaje. Son como ciudades fantasma que nunca fueron habitadas y que no pretendían ser réplicas exactas del lejano oeste, sino de la ficción”, subrayó.






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